El juez Francisco Salazar Silva dictó sentencia absolutoria a favor de Diego “N”, exestudiante del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quien había sido acusado de ejercer violencia digital contra ocho de sus excompañeras. La decisión, emitida este miércoles 5 de diciembre, desató indignación entre las víctimas, sus representantes legales y diversos colectivos feministas.

De acuerdo con el juez, la Fiscalía de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) no logró demostrar que Diego “N” manipuló y distribuyó imágenes íntimas encontradas en su dispositivo móvil. No obstante, Valeria Martínez Mondragón, abogada de las afectadas, rebatió esta postura al destacar que en el celular del imputado se encontraron más de 166 mil imágenes y videos íntimos, muchos de ellos generados mediante inteligencia artificial.

“Esta sentencia no es justicia, es complicidad, es la viva representación del pacto patriarcal”, señalaron las víctimas en un comunicado emitido tras conocerse el fallo.

Un caso sin precedentes

Es importante señalar que este juicio se convirtió en el primer caso de violencia digital que llega a las instancias judiciales en América Latina. En octubre de 2023, varias estudiantes del IPN denunciaron a Diego “N” por almacenar y distribuir imágenes íntimas manipuladas digitalmente, lo que llevó a su detención el 26 de ese mes.

Las investigaciones revelaron que el acusado almacenaba más de 160 mil imágenes y 2 mil videos que, presuntamente, eran utilizados con fines de explotación sexual digital. Aunque en la audiencia del miércoles las víctimas exigieron una pena de 24 años de prisión, el juez decidió no condenar al imputado. Esta resolución provocó protestas en el exterior del Reclusorio Oriente, donde colectivos feministas y estudiantes demandaron que la Ley Olimpia se aplicara con severidad.

La Ley Olimpia y sus retos

Desde su aprobación en 2019 en la Ciudad de México y su adopción a nivel nacional en 2021, la Ley Olimpia ha sido una herramienta clave para sancionar delitos de violencia digital. Entre otros aspectos, contempla como delito la manipulación de imágenes íntimas con herramientas como la inteligencia artificial. Sin embargo, este caso evidenció las dificultades que existen para judicializar estos delitos en México.

Por otra parte, informes internacionales como “¿Cómo se abusa de la IA para crear imágenes de abuso sexual infantil?” han advertido sobre la facilidad con la que los agresores manipulan y comercializan este tipo de contenido, operando de forma anónima. Este contexto genera preocupación en torno a la eficacia de las leyes actuales para enfrentar un problema cada vez más sofisticado.

La apelación como última instancia

Como consecuencia del dictamen, la abogada de las víctimas, Valeria Martínez Mondragón, informó que recurrirá a la apelación para revertir el fallo. El caso será revisado por una Sala Penal del Poder Judicial capitalino en los próximos días. En tanto, Diego “N” continuará bajo custodia debido a que enfrenta otra carpeta de investigación vinculada al delito de pornografía.

“El hecho de que en su celular se encontraran más de 160 mil imágenes demuestra la gravedad de las acciones de Diego ‘N'”, enfatizó Martínez Mondragón, quien subrayó que este recurso es fundamental para sentar un precedente en la lucha contra la violencia digital.

Rechazo de la condena

Luego de darse a conocer la sentencia su inconformidad con la resolución a través de un comunicado, en el que destacaron que la absolución representa un retroceso en la búsqueda de justicia. Por su parte, colectivos feministas señalaron que este caso ilustra los desafíos pendientes para garantizar la protección de las mujeres en un contexto donde las tecnologías avanzadas están siendo utilizadas para perpetuar la violencia.