Bill Gates, el cofundador de Microsoft, habría donado 50 millones de dólares para apoyar la campaña de Kamala Harris para la presidencia. La donación se realizó en silencio y sin mucha fanfarria, pero ha atraído una atención significativa de acuerdo a un informe de la revista Forbes.

Según los críticos, este hecho desdibuja la línea entre reforzar el interés público y aprovechar el poder financiero. Sin embargo, las donaciones son muy comunes hoy en día con Elon Musk donando más de 75 millones para la campaña de Trump. Aunque los dos son claros ejemplos del poder equivalido con el dinero, la gran diferencia es que Musk esta altamente comprometido con el gobierno federal mediante contratos para su empresa Space X de donde viene la mayoría de su patrimonio y propiedad intelectual mas relevante para el futuro.

Motivos de Gates

Según Gates, su decisión de apoyar a Harris se debe a su “claro compromiso con la mejora de la atención sanitaria, la reducción de la pobreza y la lucha contra el cambio climático tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo”. Añadió que, si bien ha trabajado con líderes políticos de diferentes espectros en el pasado, esta elección en particular es diferente y de gran importancia para los estadounidenses y las personas más vulnerables en todo el mundo.

Reiteramos que mientras algunos ven la generosa donación de Gates como una muestra de su confianza en el liderazgo y las políticas de Harris, otros lo interpretan como un intento de influir en la política a su favor.

Esta acción también ha generado controversia en medio de las críticas de algunos demócratas hacia las donaciones del multimillonario Elon Musk a los ciudadanos comunes en dificultades. En resumen, la enorme contribución monetaria de Gates a la campaña de Harris ha agregado una nueva capa al debate en curso sobre el papel de los multimillonarios en la política.