Brian Jeffrey Raymond, exagente de la CIA, ya cumple su condena de 30 años por abusos sexuales en México

El exagente de la CIA Brian Jeffrey Raymond ya se encuentra cumpliendo una condena de 30 años de prisión, tras ser sentenciado en septiembre de este año por agredir sexualmente a al menos 28 mujeres en México y posiblemente en su país natal, Estados Unidos. Este caso puso en evidencia la necesidad de mayor vigilancia y responsabilidad dentro de las instituciones gubernamentales.

Según lo estipulado por la jueza federal Colleen Kollar-Kotelly, quien emitió la sentencia, el acusado cumplirá su condena en una prisión federal y deberá permanecer bajo supervisión de por vida tras su liberación.

Asimismo, Colleen Kollar-Kotelly calificó a Raymond, de ahora 48 años, como “un depredador sexual” y agregó: “Es seguro decir que tendrá mucho tiempo para reflexionar sobre sus actos”.

El incidente que desencadenó la investigación

El caso salió a la luz en mayo de 2020, cuando las autoridades mexicanas reportaron el caso de una mujer desnuda que gritaba pidiendo ayuda desde el balcón de la residencia de Raymond en Polanco. La mujer, que había conocido al exagente a través de la aplicación de citas Tinder, relató que perdió el conocimiento tras beber vino que él le ofreció. Posteriormente, exámenes médicos confirmaron lesiones consistentes con agresión sexual.

Como resultado de este evento, las autoridades locales intervinieron y detuvieron a Raymond. Sin embargo, debido a su inmunidad diplomática, evitó ser procesado en México y fue trasladado a Estados Unidos al día siguiente. Allí, las autoridades incautaron su teléfono móvil y su computadora, descubriendo más de 500 archivos de fotos y videos donde se le veía abusando de sus víctimas.

Un patrón de abuso sistemático

Al respecto, los fiscales informaron que las agresiones de Raymond comenzaron en 2006 y siguieron un patrón similar en países como Perú y México, donde trabajó como representante diplomático de Estados Unidos. Usando aplicaciones de citas, contactaba a mujeres, las invitaba a su residencia y las drogaba ofreciéndoles vino y alimentos. Posteriormente, aprovechaba su estado de inconsciencia para posar y fotografiar sus cuerpos desnudos, mientras las agredía sexualmente.

“Mi cuerpo parecía un cadáver en su cama”, expresó una de las víctimas al recordar las fotografías que el FBI le mostró durante la investigación. Otra mujer confesó que su trauma la hacía experimentar episodios de desorientación al conducir. “Espero que las consecuencias de sus acciones lo persigan por el resto de su vida”, añadió otra víctima durante el juicio.

La sentencia y sus implicaciones

De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Raymond se declaró culpable en noviembre de 2023 de cargos que incluyen abuso sexual, contacto sexual abusivo, coacción y transporte de material obsceno.

En consecuencia, se le sentenció a una condena de 30 años, así como a cumplir cadena perpetua en libertad supervisada y pagar 260,000 dólares en indemnización a las víctimas. Además, tras su liberación, deberá registrarse como delincuente sexual bajo la Ley de Registro y Notificación de Delincuentes Sexuales (SORNA).

Por su parte, el fiscal federal Matthew M. Graves declaró: “La sentencia de hoy garantiza que el acusado será debidamente marcado como delincuente sexual de por vida y pasará una parte sustancial del resto de su vida entre rejas”.

Un escándalo que sacude a la CIA

Este caso se produce en medio de una serie de denuncias por mala conducta sexual dentro de la CIA. Recientemente, otro oficial veterano enfrenta cargos por, presuntamente, agredir a una compañera de trabajo, y un exempleado será juzgado en octubre por un incidente similar en la sede de la agencia en Virginia.

Ante esta situación, la CIA condenó públicamente los crímenes de Raymond. “No hay absolutamente ninguna excusa para el comportamiento reprensible y atroz del señor Raymond”, afirmaron en un comunicado. “Estamos comprometidos a colaborar con las fuerzas del orden”.

No obstante, hasta ahora, los fiscales no han revelado la naturaleza exacta del trabajo de Raymond ni proporcionado una lista completa de los países donde cometió sus crímenes, lo que ha generado críticas sobre la transparencia de la agencia.