El director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, al frente de la mayor gestora de activos del mundo, manifestó este lunes una creciente preocupación entre los líderes empresariales por el rumbo de la economía estadounidense. En un discurso pronunciado ante el Economic Club de Nueva York, el influyente ejecutivo aseguró que muchos directores generales ya perciben los síntomas de una recesión, impulsada principalmente por la política arancelaria del presidente Donald Trump.

“La mayoría de los CEO con los que hablo dirían que probablemente ya estamos en recesión ahora mismo”, afirmó Fink.

Como ejemplo, el CEO aludió a la industria aérea como uno de los primeros sectores en reflejar el deterioro económico. En palabras de uno de sus colegas del sector, se refirió a esta industria como un termómetro sensible de las condiciones macroeconómicas.

“Un CEO específicamente dijo que la industria de las aerolíneas es como el proverbio del canario en la mina de carbón, y me han dicho que el canario ya está enfermo”, añadió Fink, quien subrayó que, en su opinión, la economía de EE.UU. se está “debilitando”.

Cabe mencionar que, BlackRock, la firma que dirige Fink, administra activos por un valor estimado en 11 billones de dólares, por lo que sus observaciones suelen tener un peso significativo en los mercados financieros. Durante su intervención, también advirtió sobre las consecuencias inflacionarias derivadas de la política comercial de la actual administración.

Te podría interesar: Economía de EE.UU. enfrenta mayor riesgo de recesión, alertan analistas de Goldman Sachs

“Hay cero posibilidades de que la Reserva Federal baje los tipos de interés cuatro veces, como especulan los mercados”, sentenció, cuestionando las expectativas de flexibilización monetaria.

Pese a estas señales de alerta, el directivo no adoptó un tono completamente pesimista. De hecho, ante una eventual caída de los mercados si se implementan nuevos aranceles este miércoles (medida que Trump calificó como “recíproca”), Fink consideró que podría presentarse una ventana de oportunidad para los inversores.

“Los valores tienen margen para perder un 20% si Trump impone sus aranceles, pero lo veo como una oportunidad de compra más que una oportunidad de venta”, evaluó Fink.

Por último, se dió a conocer que esta postura ya había sido anticipada en su carta anual a los inversores, difundida la semana anterior, en la que compartió una visión más amplia del ambiente económico y la percepción empresarial generalizada.

“Lo escucho de cada cliente y casi cada líder, cada persona con la que hablo: están más ansiosos por la economía que en ningún momento de la historia reciente”, escribió Fink. Sin embargo, cerró su reflexión con un matiz esperanzador:
“A largo plazo, lo resolvemos” afirmó.