Medellín, Colombia — El 18 de diciembre, la ciudad de Medellín vivió una tragedia que conmovió a la comunidad. Natalia Loaiza, una joven de 29 años que trabajaba como conductora para una plataforma de transporte, fue encontrada asesinada tras aceptar un viaje en la madrugada del 17 de diciembre.
Natalia, que conducía su Ford Fiesta vinotinto, iba a llevar a un pasajero a una zona del Valle de Aburrá, una región metropolitana que rodea Medellín, cuando ocurrió el ataque. Según las autoridades, los responsables, que aún están prófugos, le robaron el carro después de agredirla y dejaron su cuerpo en un lugar apartado, en el municipio de Copacabana. Fue en una finca en la vereda rural de “El Noral”, donde encontraron su cuerpo atado de pies y manos, con signos de tortura y posible asfixia.
Para muchos, las aplicaciones de transporte son vistas como una alternativa más segura a los taxis tradicionales, ofreciendo funciones de hacer seguimiento al viaje y la posibilidad de contactar al conductor y a los pasajeros durante un viaje. Sin embargo, estas funciones no han sido suficientes para proteger a los conductores los cuales los criminales ven también como blancos fáciles.
Las autoridades continúan con la investigación, buscando rastrear el vehículo robado, con la esperanza de que eso los lleve a los responsables de este brutal crimen.