Israel señaló a Hamás por supuestamente agregar nuevas demandas al acuerdo que contempla una tregua y la liberación de rehenes. En respuesta, el grupo islamista acusó a Israel de generar tensiones en un momento crítico. Estas discrepancias dificultan las negociaciones mediadas por Qatar, que buscan una solución para la crisis en Gaza.
En este contexto, los familiares de los cautivos viven entre la angustia y la esperanza. Alejandro, familiar de Shiri Bibas, una argentina-israelí secuestrada junto a su esposo y sus hijos en el kibutz Nir Oz, explicó a EFE: “La espera se vive con muchas expectativas y mucha angustia”.
Según fuentes cercanas al acuerdo, los Bibas formarían parte del primer grupo de rehenes que serían liberados. Sin embargo, hasta ahora se desconoce su paradero o condición actual.
Posturas críticas hacia la ofensiva militar israelí
Al respecto, Udi Goren, primo de Tal Haimi, otro rehén, manifestó su oposición al uso de la fuerza militar como medio para recuperar a los cautivos. Durante una conferencia de prensa, afirmó:
“Los rehenes nunca volverán a través del uso de la fuerza militar, no es una opción. Hemos aprendido que las operaciones militares para rescatar rehenes a veces tienen éxito, pero otras veces terminan con la muerte de soldados y rehenes”, dijo.
Además, destacó que al menos 30 rehenes habrían fallecido como consecuencia de los bombardeos en Gaza, cuestionando los resultados de esta estrategia.
Impacto en Gaza y advertencias de Hamás
Mientras tanto, la situación en Gaza sigue siendo crítica. De acuerdo con la Defensa Civil gazatí, al menos 83 personas han muerto en ataques israelíes desde que se anunció el acuerdo, incluidos 23 menores y 27 mujeres. La mayoría de las víctimas se concentran en la gobernación de Gaza, en el norte del enclave.
Por su parte, Abu Obeida, portavoz del brazo armado de Hamás, acusó a Israel de atacar un sitio donde estaba retenida una rehén que sería liberada en la primera fase del acuerdo.
“Cualquier agresión o bombardeo del enemigo podría transformar la libertad de un preso en una tragedia”, expresó.
Discrepancias en torno al acuerdo
El Gobierno israelí aseguró que Hamás había introducido nuevas condiciones en el acuerdo, lo que dificultó su implementación. Según la Oficina del Primer Ministro, el pacto no será ratificado hasta que los mediadores confirmen que Hamás acepta todos los puntos establecidos previamente.
En respuesta, Basem Naim, miembro del buró político de Hamás, aseguró que su organización está comprometida con el acuerdo alcanzado por los mediadores. No obstante, Sami Abu Zuhri, portavoz de Hamás, acusó a Israel de intentar “crear tensión” y exigió a Estados Unidos que presione para garantizar el cumplimiento de lo pactado.
Presión política interna en Israel
Dentro de Israel, las diferencias políticas han complicado aún más la situación. Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas y líder del partido ultraderechista Sionismo Religioso, amenazó con abandonar el Gobierno si no se reanuda la ofensiva militar tras la primera fase del acuerdo. Esta presión interna pone en entredicho la estabilidad del gobierno liderado por Benjamín Netanyahu.
Fases del acuerdo y el control del Corredor Filadelfia
El acuerdo, mediado por Qatar, propone tres fases de alto el fuego, cada una con una duración de 42 días. En la primera etapa, se liberarían 33 rehenes, priorizando a mujeres, menores, personas mayores de 50 años y aquellos en condiciones vulnerables. Las fases posteriores contemplan la liberación de hombres menores de 50 años, incluidos soldados, a cambio de que Israel ceda el control del Corredor Filadelfia, que conecta Gaza con Egipto.
David Mencer, portavoz del gobierno israelí, subrayó la importancia estratégica de este corredor: “El corredor es clave para evitar el tráfico de armas a Hamás”.
Por otro lado, un funcionario israelí, bajo condición de anonimato, declaró que Israel mantendrá tropas en el corredor durante la primera fase del acuerdo, en caso de que se implemente.
Con información de EFE