La reciente victoria electoral del republicano Donald Trump desencadenó una salida masiva de usuarios en X, la red social propiedad del magnate Elon Musk.
Según un análisis de la firma Similarweb, más de 115,000 cuentas fueron desactivadas el 6 de noviembre, un día después de los comicios, estableciendo así un récord en cuanto a bajas diarias desde que Musk adquirió la plataforma.
Sobre esta situación, Kara Kurz, una usuaria de St. Louis, Missouri, compartió su perspectiva en una entrevista con NBC: “La situación se hizo insostenible. Desde la noche del martes hasta el miércoles comencé a ver muchas más publicaciones contra las mujeres,afirmó. Con incomodidad, añadió: “Dije: ‘¿Sabes qué? Eso es personal. He terminado.’”
Durante el periodo de campaña presidencial, Musk mostró abiertamente su apoyo a Trump, respaldando y amplificando mensajes polémicos que incluían afirmaciones sobre temas de inmigración y críticas a la candidata demócrata Kamala Harris. Así, el CEO no solo se limitó a compartir las publicaciones de Trump, sino que también contribuyó a crear una atmósfera que, para muchos usuarios y organizaciones, resultó insostenible y tóxica.
Cabe mencionar que el papel de Musk en el ámbito político ha sido tan determinante que, después de la elección, Trump lo nombró, junto con Vivek Ramaswamy, como uno de los principales responsables del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental, cuyo objetivo es reducir drásticamente el gasto público.
Además, Musk fue un notable contribuyente en la campaña del republicano, aportando más de 200 millones de dólares, lo cual no ha hecho más que aumentar las críticas hacia su participación en la política.
En este contexto, varias organizaciones y medios de comunicación importantes decidieron retirar sus cuentas de X. Entre ellos destacan The Guardian y La Vanguardia, que, además de dar de baja sus cuentas, explicaron sus razones para hacerlo.
“La reciente campaña electoral en Estados Unidos no hizo más que subrayar nuestra preocupación de larga data: X se ha convertido en una plataforma mediática tóxica,” expresó The Guardian en un comunicado, al señalar que el contenido en la plataforma permite teorías de conspiración y mensajes de odio.
Asimismo, La Vanguardia compartió un diagnóstico similar, señalando que “X permite la difusión de contenido viral que atenta contra los derechos humanos, con expresiones de odio hacia las minorías étnicas, misoginia y racismo.”
Por otro lado, el club de fútbol alemán St. Pauli también decidió abandonar la red social, sosteniendo que esta se ha transformado en una “máquina de odio” con potencial para influir en las elecciones federales en Alemania. “El propietario Elon Musk ha convertido un espacio de debate en un amplificador de odio que puede influir en la campaña electoral”, declaró el equipo.
A su vez, un estudio publicado en la revista Nature Communications confirmó algunas de estas observaciones. Para llevar a cabo la investigación, un equipo liderado por el profesor Andrea Baronchelli de la Universidad de Londres analizó la interacción de usuarios en X de varios países. Concluyeron que la plataforma fomenta “intercambios agresivos entre oponentes políticos” y Baronchelli añadió que, “la oportunidad de participar en estos intercambios es uno de los atractivos clave de X, especialmente tras su compra por Musk.”
Mientras tanto, a medida que X enfrenta una pérdida significativa de usuarios, la red social Bluesky experimenta un aumento considerable en nuevos registros. De acuerdo con datos de la propia plataforma, tras el triunfo de Trump, Bluesky incorporó a un millón de nuevos usuarios, alcanzando así los 15 millones.
Cabe destacar que Bluesky, promovida por el ex CEO de Twitter Jack Dorsey, se distingue por sus herramientas de moderación y funciones diseñadas para evitar el contenido tóxico que afecta a otras redes. Durante el periodo electoral en Estados Unidos, Bluesky amplió su disponibilidad, lo que facilitó que nuevos usuarios migraran a su plataforma. En esta línea, el club de fútbol St. Pauli también alentó a sus seguidores en X a cambiarse a Bluesky, recomendándola como un espacio seguro para el diálogo.
Sin embargo, pese a esta salida masiva de usuarios, X experimentó un aumento de tráfico el día de las elecciones, con más de 940 millones de publicaciones en un solo día, informó Musk. Pues a pesar de las críticas y el abandono de cuentas, el propietario de X sostiene que la plataforma continúa creciendo y sigue siendo un foro clave para el debate político.