El fenómeno amenaza seriamente la biodiversidad marina y la seguridad alimentaria de millones de personas.

Los arrecifes de coral, considerados uno de los ecosistemas más valiosos y diversos del planeta, enfrentan en 2025 uno de los peores episodios de blanqueamiento de su historia. De acuerdo con reportes recientes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) y la Iniciativa de Arrecifes de Coral de Australia (AIMS), aproximadamente el 84% de los arrecifes monitoreados a nivel global muestran signos de blanqueamiento debido al estrés térmico provocado por el calentamiento de los océanos.

Este cuarto evento de blanqueamiento global, el más extendido desde que se tienen registros ha afectado arrecifes en todas las principales cuencas oceánicas: el Atlántico, el Pacífico e Índico. Lugares emblemáticos como la Gran Barrera de Coral en Australia, el Caribe y el Triángulo de Coral en el Sudeste Asiático, han reportado daños de gran magnitud.

El rol del cambio climático

La principal causa detrás de este fenómeno es el aumento sostenido de las temperaturas marinas, vinculado directamente al cambio climático impulsado por la actividad humana. Aunque el fenómeno natural de El Niño contribuyó a elevar temporalmente las temperaturas del océano en 2024, los científicos advierten que el calentamiento global de fondo está intensificando y haciendo más frecuentes estos eventos devastadores.

Los corales son extremadamente sensibles al calor. Cuando las aguas se calientan demasiado, expulsan las algas simbióticas que viven en sus tejidos las cuales les proporcionan color y nutrientes, provocando su blanqueamiento. Si el estrés térmico persiste, los corales no logran recuperarse y mueren.

Consecuencias ambientales y sociales

La degradación de los arrecifes no solo amenaza a miles de especies marinas que dependen de ellos, sino también a millones de personas que obtienen alimento, ingresos y protección costera de estos ecosistemas. Estudios recientes advierten que la pérdida de arrecifes podría poner en riesgo la seguridad alimentaria de comunidades costeras y reducir significativamente los ingresos turísticos en numerosos países.

Además, la desaparición de arrecifes podría agravar la vulnerabilidad de las costas a tormentas y huracanes, ya que los corales actúan como barreras naturales que atenúan el impacto de estos fenómenos extremos.

Urgencia de acción

Ante esta crisis, expertos en todo el mundo hacen un llamado urgente a intensificar los esfuerzos para limitar el calentamiento global, proteger los ecosistemas marinos y fomentar la restauración activa de corales. Iniciativas locales y programas internacionales trabajan en la siembra de corales más resistentes al calor, pero advierten que sin una drástica reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, estos esfuerzos serán insuficientes.

“Estamos en un momento crítico. La ventana de oportunidad para salvar los arrecifes del mundo se está cerrando rápidamente”, declaró un portavoz de la NOAA.

El futuro de los arrecifes de coral y de los millones que dependen de ellos dependerá de las decisiones que se tomen hoy.