En una decisión histórica, la Corte Suprema de los Estados Unidos anuló un acuerdo de $6 mil millones entre Purdue Pharma y las víctimas de la crisis de opioides, arrojando dudas sobre el futuro tanto del gigante farmacéutico como de las innumerables personas afectadas por la adicción a los opioides. El polémico acuerdo, que habría protegido a Purdue Pharma y a la adinerada familia Sackler de demandas civiles, ha sido anulado en una estrecha votación de 5 a 4, dejando a muchas víctimas y a sus familias en el limbo.

El fallo tiene profundas implicaciones, no sólo para los miles de estadounidenses que sufren las consecuencias del uso de opioides, sino también para el debate más amplio sobre la responsabilidad corporativa en una de las crisis de salud pública más graves en la historia de Estados Unidos. Se han atribuido más de 500.000 muertes a sobredosis de opioides, y el OxyContin de Purdue Pharma es el epicentro de la epidemia.

El acuerdo controvertido

Purdue Pharma, ante crecientes demandas, buscó refugio en procedimientos de quiebra y posteriormente negoció un acuerdo con los demandantes y la familia Sackler, propietaria de la empresa farmacéutica. El acuerdo prometía 6.000 millones de dólares para abordar el impacto catastrófico de los opioides, pero fue duramente criticado por otorgar inmunidad legal a la familia Sackler, que supuestamente jugó un papel fundamental en el impulso de la epidemia.

El administrador del gobierno federal, William Harrington, que supervisó el caso de quiebra, expresó abiertamente su oposición, argumentando que el acuerdo absolvía injustamente a los Sackler de futuras responsabilidades legales. “Permitir que los Sackler salgan ilesos mientras las víctimas siguen sufriendo es una parodia de la justicia”, afirmó Harrington durante el proceso

La anulación del acuerdo deja a las víctimas que dependían de la compensación prometida en un estado de profunda incertidumbre. Muchos esperaban que estos fondos proporcionaran recursos muy necesarios para el tratamiento, la rehabilitación y los programas comunitarios para mitigar el daño continuo infligido por la adicción a los opioides. La sentencia también ha arrojado incertidumbre sobre el futuro de Purdue Pharma, dueña de OxyContin cuya estabilidad financiera estaba fuertemente ligada al éxito del acuerdo.

Con información de AP