Elon Musk y su empresa aeroespacial SpaceX enfrentan serios cuestionamientos debido al incumplimiento de protocolos federales destinados a proteger información clasificada. Según fuentes cercanas a la compañía y documentos internos, la falta de transparencia en sus reuniones con líderes extranjeros y detalles personales llevó al gobierno estadounidense a abrir tres investigaciones federales.
Dichas indagaciones, lideradas por la Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa, la Fuerza Aérea y la Oficina del Subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, surgen a raíz de crecientes inquietudes sobre cómo el empresario maneja información crítica para la seguridad nacional.
“Tener a alguien con contratos importantes con el gobierno que podría estar en posición de transmitir —ya sea deliberadamente o no— secretos es preocupante”, declaró la senadora Jeanne Shaheen, demócrata y miembro de los comités del Senado sobre Servicios Armados y Relaciones Exteriores.
Restricciones impuestas y posibles riesgos
Por lo pronto, la Fuerza Aérea ha respondido de manera contundente al negar a Musk el acceso al programa Special Access Program (SAP), reservado a proyectos de máxima confidencialidad. De acuerdo con funcionarios del Pentágono, la decisión se basó en riesgos vinculados a sus actividades internacionales, inversiones en el extranjero y la falta de información detallada sobre ciertos encuentros.
“Musk fue rechazado debido a riesgos potenciales, como sus contactos con líderes extranjeros y una falta de explicación clara sobre algunas de estas interacciones”, explicó un alto funcionario.
Este acceso limitado significa que Musk no puede participar en discusiones clasificadas relacionadas con programas sensibles de la Fuerza Aérea, algo crítico considerando su papel dentro de SpaceX.
Tensiones dentro de SpaceX
A nivel interno, SpaceX también ha enfrentado serias críticas respecto al manejo de las normativas de seguridad. Desde 2021, empleados han reportado omisiones significativas en la información que Musk y su equipo deben proporcionar, tales como itinerarios completos de viajes y detalles sobre reuniones con líderes extranjeros.
Como consecuencia de estas irregularidades, algunos miembros del equipo han sentido que la compañía aplica las reglas de manera desigual, favoreciendo a los ejecutivos más cercanos a Musk. Cody Miller, un veterano del Ejército que trabajaba en el área de seguridad, denunció en un correo interno la cultura permisiva dentro de la empresa:
“SpaceX tiene una mentalidad de “empujemos los límites hasta que nos atrapen”. Las reglas solo se siguen cuando son convenientes para los líderes”, dijo Miller, quien después fue presionado para renunciar, lo que exacerbó las percepciones de una falta de responsabilidad en los niveles más altos de la compañía.
Preocupación internacional: aliados en alerta
A su vez, gobiernos extranjeros también manifestaron sus inquietudes sobre la capacidad de Musk para manejar información clasificada. En reuniones con funcionarios estadounidenses, al menos nueve países aliados, incluyendo naciones europeas y de Medio Oriente, plantearon serios cuestionamientos sobre este asunto.
Por ejemplo, a inicios de 2023, el Ministerio de Defensa de Israel describió a Musk como “un comodín”, sugiriendo que podría compartir datos críticos con terceros. Sin embargo, Israel terminó autorizando la operación de Starlink en el país.
El poder global de Musk y el escrutinio creciente
Por otra parte, además de sus roles en SpaceX, Tesla y la red social X (antes Twitter), la influencia global de Musk ha aumentado aún más con su reciente nombramiento en el equipo del presidente electo Donald Trump para liderar los esfuerzos de reducción de burocracia federal. Este vínculo ha intensificado las preocupaciones sobre posibles conflictos de interés.
Al respecto, el congresista Jim Himes, demócrata y miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara, expresó que el empresario debe cumplir con las reglas “como cualquier otra persona con una autorización de seguridad” y no recibir un trato especial “solo por ser el hombre más rico del mundo”.
Finalmente, la directora del Proyecto de Supervisión Gubernamental, Danielle Brian, advirtió sobre los efectos negativos que esto podría tener:
“Está creando un entorno muy amenazante para las instituciones gubernamentales que necesitamos para revelar irregularidades”.