Empleados aseguran que Tesla amenaza con despedirlos si no regresan al trabajo

Los trabajadores temen que si regresan a sus labores en la planta que la armadora tiene en California se contagien de COVID-19.

Bloomberg

El Financiero

Tesla está amenazando con despedir a empleados que no han regresado a sus labores en la fábrica de la compañía en California que temen contagiarse de COVID-19, aseguraron algunos trabajadores y activistas laborales.

El grupo quiere que cese dicha práctica y también que las autoridades estatales y condales se cercioren de que se cumpla con los procedimientos de seguridad apropiados en la planta de Fremont, en el área de la Bahía de San Francisco.

“Hay personas a las que les pagamos para que nos mantengan seguros, y simplemente se hacen de la vista gorda”, criticó el empleado de Tesla, Carlos Gabriel, uno de los organizadores de una marcha programada para este jueves en el Departamento de Salud Pública del condado de Alameda, en Oakland.

“Deberían hacer que Elon Musk (director general de Tesla) rinda cuentas”, consideró.

Un portavoz de la compañía no hizo comentarios el miércoles, pero funcionarios de la automotriz señalaron la semana pasada durante una audiencia pública sobre incentivos fiscales en Texas que son falsas las afirmaciones de que se esté despidiendo a empleados de Fremont.

Tesla ya divulgó planes para mantener la seguridad de sus empleados, incluyendo la revisión de temperatura, el uso de guantes y mascarillas, la instalación de barreras entre trabajadores y el ejercicio del distanciamiento social. A principios de mayo, Musk aseguró a los empleados que no tenían por qué volver a la fábrica si no se sentían a salvo.

El Departamento de Salud no respondió el miércoles a un mensaje en busca de comentario.

Los problemas en la fábrica se suman a las dificultades que han surgido dentro de la industria automotriz en las últimas semanas. Esta semana se frenaron brevemente las líneas de ensamblaje en dos plantas de Fiat Chrysler en el área de Detroit por temores de un brote, y líderes sindicales locales quieren que General Motors cierre y desinfecte una planta de fabricación de camionetas en Arlington, Texas.