Estados Unidos y China reanudan el diálogo comercial tras meses de tensiones

Por primera vez desde el estallido de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, altos funcionarios de ambas naciones sostendrán un diálogo cara a cara, con el objetivo de destrabar las relaciones económicas que han permanecido congeladas durante los últimos meses.

Como parte de esta reactivación diplomática, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el representante comercial, Jamieson Greer, viajarán a Suiza esta semana para reunirse con un funcionario de alto nivel del gobierno chino. Según lo reportado por sus respectivos departamentos, también aprovecharán la visita para sostener un encuentro con la presidenta suiza Karin Keller-Sutter, en lo que constituye un intento por restaurar el canal de comunicación bilateral.

Aunque inicialmente no se había revelado la identidad del representante chino, las autoridades de Pekín confirmaron que será He Lifeng, viceprimer ministro de China, quien encabezará la delegación en una “reunión de alto nivel” centrada en temas económicos y comerciales. De acuerdo con esta confirmación, la participación de He Lifeng otorga al encuentro un peso estratégico considerable dentro del proceso de negociación.

Al respecto, Greer declaró que el gobierno de Trump continúa impulsando una política orientada al reequilibrio del comercio exterior, con énfasis en la defensa de los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos.

“A instancias del presidente Trump, estoy negociando con países para reequilibrar nuestras relaciones comerciales, lograr reciprocidad, abrir nuevos mercados y proteger la seguridad económica y nacional de Estados Unidos,”
señaló Greer en un comunicado.
“Espero tener reuniones productivas con algunos de mis homólogos, así como visitar a mi equipo en Ginebra, que trabaja diligentemente para promover los intereses de EE.UU. en diversos temas multilaterales.”

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Por esta razón, Washington impuso aranceles superiores al 145% a productos provenientes de China. Esta medida provocó represalias inmediatas por parte del gobierno chino, que respondió con tarifas del 125% a productos estadounidenses y con la interrupción del suministro de minerales clave para la industria electrónica.

No obstante, ambos gobiernos mostraron señales recientes de estar abiertos a la negociación. Desde China, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, expresó que existe disposición al diálogo, pero sin aceptar presiones externas.

“Nuestras puertas están abiertas si EE.UU. quiere hablar,”
afirmó Lin Jian el martes pasado.
“Pero si lo que realmente desea EE.UU. es una solución negociada, debe dejar de amenazar y ejercer presión.”

A partir de este posible acercamiento, se espera que la reunión entre Bessent y Greer con su contraparte china actúe como punto de partida para futuras negociaciones. Dicha reunión podría aliviar las tensiones que han convertido el intercambio comercial entre ambas potencias en un virtual embargo bilateral.

De manera paralela, diversos sectores empresariales de Estados Unidos comenzaron a manifestar preocupación por los efectos colaterales del conflicto. Como muestra, las importaciones en los puertos de la costa oeste han caído a niveles comparables a los registrados durante el inicio de la pandemia de COVID-19. Esta contracción en el comercio ha generado advertencias sobre posibles aumentos de precios en bienes de consumo masivo, afectando tanto a industrias como a consumidores.