El Ministro Don Muhammad, líder durante décadas de la Nación del Islam en Boston y una figura clave en la defensa de la comunidad negra, falleció este martes a los 87 años, según confirmó su sucesor, Randy Muhammad. Durante años, Don Muhammad encabezó la Mezquita Muhammad No. 11 en Grove Hall, desempeñando un rol fundamental en la lucha contra la violencia y las drogas, mientras trabajaba por el bienestar y la unidad de los residentes de la ciudad.
“Tenía la habilidad de comunicarse con todos: desde aquellos en las calles hasta quienes ocupaban altos cargos”, destacó Randy Muhammad, quien asumió el liderazgo de la mezquita en 2018. “Más allá de ser un líder, fue un mentor y una figura paterna para muchos”.
Una trayectoria marcada por el servicio
El ingreso de Don Muhammad a la Nación del Islam ocurrió en 1957, poco después de mudarse de Virginia Occidental a Boston. De acuerdo con reportes periodísticos, en sus primeros años mantuvo un perfil reservado sobre su vida privada. Sin embargo, un artículo de 1989 del Boston Globe menciona que en ese entonces estaba casado y era padre de cinco hijos. Además de liderar la mezquita, gestionaba un negocio de limpieza de alfombras en Roxbury y dirigía un programa radial dominical enfocado en temas religiosos.
Respecto esta etapa, Randy Muhammad comentó: “Él no solo predicaba, sino que vivía en contacto directo con la comunidad. Siempre estuvo dispuesto a ofrecer soluciones prácticas a los problemas cotidianos”.
Un pacificador y constructor de puentes
El liderazgo de Don Muhammad en Boston comenzó a principios de los años 80, cuando asumió el rol dejado por Louis Farrakhan, una figura reconocida de la Nación del Islam. Aunque Farrakhan era conocido por su retórica polarizadora, Don Muhammad eligió un camino más conciliador, estableciendo relaciones con líderes religiosos de diferentes credos, políticos y agentes de policía para combatir problemas como el tráfico de drogas en Grove Hall.
Sobre este aspecto de su trabajo, su sucesor recordó: “Siempre buscaba un terreno común. Podía hablar con pandilleros, policías y políticos, y todos lo escuchaban porque sabían que su interés era auténtico”.
Asimismo, el ministro realizó una labor destacada en cárceles locales, ofreciendo servicios religiosos y alentando a los reclusos a reconstruir sus vidas. “Era conocido por repetir: ‘No importa dónde estés, siempre puedes cambiar el rumbo de tu vida’. Esa fue una de sus mayores enseñanzas”, comentó Randy Muhammad.
Declive de salud y retiro
En los últimos años, el Ministro Don enfrentó problemas de salud que limitaron su actividad pública. Por lo que en 2018 tomó la decisión de retirarse de la dirección de la mezquita, dejando a Randy Muhammad como su sucesor. Este explicó: “Para él, liderar significaba servir. Nunca buscó reconocimiento, sino resultados”.
“Fue la voz de los que no podían ser escuchados”, subrayó Randy Muhammad. “El impacto que dejó perdurará por generaciones, porque su ejemplo continúa guiando a quienes lo conocieron”.