La Franja de Gaza ahora es “el lugar más peligroso del mundo para la asistencia humanitaria”, según declaró este viernes el secretario general de la ONU, António Guterres, durante una sesión del Consejo de Seguridad centrada en el conflicto que ya lleva casi un año devastando la región.
“El sistema humanitario pende de un hilo”, expresó Guterres, destacando la gravedad de la situación.
Según informó el secretario general, 225 trabajadores humanitarios han perdido la vida en los bombardeos, muchos de ellos junto a sus familias. Por lo que exigió una investigación sobre estos hechos y enfatizó que, a pesar de las adversidades, “nuestros colegas siguen dando lo mejor para llevar a cabo su misión humanitaria”.
Pese a lo antes mencionado, Guterres subrayó que “nuestros colegas siguen dando lo mejor para llevar a cabo su misión humanitaria”, reconociendo el esfuerzo y la valentía del personal que permanece en el terreno.
En cuanto a las dificultades que enfrenta la labor humanitaria en Gaza, el secretario señaló que Israel ha bloqueado o impedido el paso de la mitad de los convoyes humanitarios, y ha restringido hasta en un 87 % los movimientos entre el norte y el sur de la Franja. Lo cual, ha dificultado aún más la ya precaria situación de la población en Gaza, que depende en gran medida de la ayuda internacional.
Además, Guterres condenó los ataques que ha sufrido el personal de la ONU en Gaza, tanto en su integridad física como en sus propiedades. Al respecto, instó a Israel a detener estas agresiones, así como a dejar de difundir información que socave la credibilidad de los trabajadores humanitarios y las entidades de la ONU.
“Todas las partes deben cumplir con sus obligaciones de respetar al personal humanitario”, reiteró enfáticamente.
A pesar de condenar los atentados terroristas de Hamás del pasado 7 de octubre, Guterres fue claro al afirmar que “nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”. Pues aseguró que, “las violaciones de una parte no deben utilizarse para justificar las violaciones de la otra”, instando a todas las partes a respetar los derechos humanos y las leyes internacionales.
En relación con la expansión de la violencia hacia Líbano, el secretario manifestó su creciente preocupación, ya que el país se encuentra al borde de una guerra abierta. Ante este escenario, expresó su respaldo total a un alto el fuego temporal, como el de 21 días que están promoviendo Estados Unidos y Francia, destacando la urgencia de implementar una pausa humanitaria.
“Necesitamos ese alto el fuego ahora”, insistió Guterres, subrayando que no se puede seguir prolongando el conflicto con negociaciones interminables, como ha ocurrido repetidamente en Gaza.
Cabe mencionar que la gravedad de esta situación humanitaria alcanzó un punto tan crítico que ya se está afectando tanto a los trabajadores humanitarios como a la población civil.