Hoy viernes 17 de enero, el presidente Gustavo Petro anunció la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en medio de una creciente violencia en la región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander. Este anuncio llega después de una serie de enfrentamientos violentos entre el ELN y las disidencias de las FARC, que han dejado más de 30 muertos, incluidos excombatientes desmovilizados de los acuerdos de paz. La situación ha escalado de manera alarmante, afectando a la población civil y causando una grave crisis humanitaria.
Según Iris Marín, defensora del pueblo, lo sucedido en Catatumbo es una situación extremadamente delicada. Además de los muertos y heridos, se reportan secuestros, desplazamientos forzados y confinamientos, incluso de comunidades educativas que no pudieron iniciar el año escolar. Ante esta situación, Marín hizo “un llamado urgente al ELN para que respete el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y detenga los ataques a la población civil”, pidiendo también que se “prioricen las acciones humanitarias”.
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— INDEPAZ (@Indepaz) January 17, 2025
En un mensaje publicado en su cuenta de X, Petro expresó que los actos cometidos por el ELN en la región constituyen “crímenes de guerra”, y reafirmó que, debido a la falta de voluntad de paz del grupo armado, se suspendían las conversaciones de paz. La suspensión de los diálogos ocurre en un contexto donde las expectativas de lograr una solución pacífica parecen cada vez más lejanas, y el clima de violencia continua afectando a las comunidades más vulnerables.
Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 17, 2025
Se suspende el proceso de dialogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz.
Por su parte, el ELN respondió a la situación de Catatumbo con un comunicado en el que acusó a Richard Suárez, un supuesto “comandante” del bloque Magdalena Medio de las disidencias de las FARC, de ser un “paramilitar” encubierto. El ELN lo señala de estar involucrado en negocios ilegales y lo responsabiliza por la violencia en la región. En el comunicado, el ELN hizo una advertencia a las empresas y comerciantes que mantienen relaciones con Suárez, amenazando con continuar la violencia en el Catatumbo hasta que este se entregue a las autoridades.
Esta escalada de violencia en Catatumbo no solo refleja la fragmentación del conflicto armado en Colombia, sino también la complejidad de las negociaciones de paz. Mientras se perpetúan las luchas entre grupos armados, los esfuerzos por encontrar una solución política están cada vez más en la cuerda floja, dejando a la población civil atrapada en un conflicto que así como va, parece no tener fin.