Elon Musk, asesor del presidente electo Donald Trump, expresó su respaldo a un cierre del gobierno federal como medida frente a lo que considera un gasto excesivo. En su plataforma social X, Musk calificó de “infinitamente mejor que pasar una legislación terrible” la posibilidad de un cierre gubernamental hasta el 20 de enero, día de la toma de posesión de Trump.

Por su parte, Trump también rechazó un proyecto de ley interino negociado por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, diseñado para evitar la paralización del gobierno.

Un análisis de los costos reales

Contrario a la percepción de que los cierres podrían ser una solución para contener el gasto público, informes oficiales reflejan que estas medidas generan un impacto económico significativo. Según cifras recopiladas por el Senado en 2019, los últimos tres cierres federales acumularon un costo de casi $4 mil millones para los contribuyentes.

Dentro de este total, se destacan los $3.7 mil millones destinados a pagos retroactivos para empleados federales furloughados (suspendidos temporalmente), quienes recibieron sus salarios completos por el tiempo que no pudieron desempeñar funciones debido a la paralización de operaciones. A ello se sumaron $338 millones en gastos adicionales asociados a trabajos administrativos, ingresos no percibidos y recargos por pagos atrasados.

Impacto en servicios y actividades económicas

Asimismo, los cierres generan un impacto directo en servicios públicos esenciales. Durante el cierre de 16 días en 2014, el Servicio de Parques Nacionales reportó pérdidas por $7 millones al no contar con personal suficiente para cobrar tarifas ni expedir permisos, según datos de la Asociación de Conservación de Parques Nacionales.

En el plano económico, los cierres afectan también el desempeño general del país. Un ejemplo significativo fue el cierre de 35 días entre 2018 y 2019, que resultó en una reducción del Producto Interno Bruto de $11 mil millones, de los cuales $3 mil millones fueron irrecuperables. Por otro lado, más de $2 mil millones en préstamos gestionados por la Administración de Pequeñas Empresas se vieron retrasados, mientras que las solicitudes de hipotecas cayeron un 7% en una situación similar durante 2014.

Costos ocultos al restablecer operaciones

Además de las pérdidas inmediatas, los costos asociados a la reapertura de las operaciones gubernamentales tras un cierre son considerables. Por ejemplo, datos del Senado indican que el proceso de reactivación por parte del Departamento del Tesoro implicó un gasto estimado entre $11 y $12 millones en cada evento.

Al mismo tiempo, se calcula que unos $13 mil millones semanales en contratos federales podrían quedar suspendidos o retrasados durante un cierre, lo que afecta tanto a empresas contratistas como a los empleados que dependen de estos acuerdos para sostener sus ingresos.

Opiniones sobre las consecuencias

Por último, es importante mencionar que varios expertos han señalado que las consecuencias de un cierre gubernamental van más allá de la suspensión temporal de actividades. 

Al respecto, Bill Hoagland, exdirector presupuestario republicano del Senado, indicó que no cree “que quienes argumentan que debemos cerrar el gobierno federal hayan pensado en todas las consecuencias no deseadas”.