By Edith Loyola 
La jueza federal Tanya Chutkan, del Distrito de Columbia, decidió este lunes cerrar el caso contra Donald Trump por interferencia electoral en 2020 y el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Esta resolución se produce luego de que el fiscal especial, Jack Smith, solicitara la desestimación formal del proceso, una petición a la que el equipo de defensa del expresidente no se opuso.
De acuerdo con el fallo de la jueza, la decisión respondió a la solicitud directa de la Fiscalía, que justificó su postura en las disposiciones constitucionales que impiden procesar penalmente a un presidente en ejercicio. En un documento de seis páginas, Smith subrayó que esta medida no exculpa a Trump de los delitos imputados, sino que obedece a la interpretación histórica y legal de la Constitución estadounidense.
Por otra parte, el fiscal también presentó una solicitud para cerrar un segundo caso, en el que Trump era acusado de retener documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago tras dejar la Casa Blanca. Según explicó Smith, estas acciones responden a la normativa del Departamento de Justicia, que prohíbe procesar a un presidente electo antes de su investidura. Esta prohibición, enfatizó, no depende de la gravedad de los cargos ni de la solidez de las pruebas presentadas.
Al respecto, Trump celebró públicamente la decisión a través de su red social Truth Social, calificándola como un triunfo personal y político. “Fue un secuestro político y un punto bajo en la historia de nuestro país. Sin embargo, perseveré y, contra todo pronóstico, GANÉ”, escribió el expresidente. Su equipo legal también expresó su satisfacción. Steven Cheung, director de comunicaciones de Trump, describió el anuncio como “una gran victoria para el Estado de derecho”.
Cabe recordar que, en el caso relacionado con las elecciones de 2020, los fiscales habían acumulado pruebas que consideraban contundentes para sostener los cargos contra Trump. No obstante, el caso quedó estancado a lo largo de varios meses debido a la lucha legal sobre las amplias reclamaciones de inmunidad judicial que Trump presentó. Además, en julio pasado, la Corte Suprema estableció que los expresidentes gozan de protección legal considerable, lo que obligó a la jueza Chutkan a reevaluar las acusaciones y limitar el alcance de las mismas.
En cuanto al caso de los documentos clasificados, Smith había argumentado que Trump almacenó indebidamente información confidencial, incluidos detalles sobre capacidades nucleares y estrategias militares del Pentágono. Según los fiscales, estas acciones pusieron en riesgo la seguridad nacional y las relaciones internacionales, pero, tras el fallo de la jueza Aileen Cannon meses atrás, este proceso también quedó desestimado.
Como resultado de ambas decisiones, ahora Trump logró sortear dos de los desafíos legales más serios en su regreso a la presidencia. Aunque Smith reiteró que las pruebas contra Trump eran sólidas, las restricciones legales y constitucionales prevalecieron.