Un tribunal federal en Estados Unidos volvió a frenar la orden ejecutiva del expresidente Donald Trump, con la que pretendía negar la ciudadanía a los hijos de migrantes indocumentados o con estatus temporal nacidos en el país. Esta medida, firmada apenas unas horas después de su toma de posesión el pasado lunes, ha generado un amplio debate sobre su legalidad y viabilidad.
La jueza Deborah Boardman, responsable de esta nueva decisión, dejó en claro que ningún tribunal del país ha respaldado la interpretación de Trump sobre la Decimocuarta Enmienda de la Constitución.
“Este tribunal no será el primero”, enfatizó Boardman en su resolución.
De acuerdo con lo establecido en la Enmienda 14, cualquier persona nacida en territorio estadounidense obtiene automáticamente la nacionalidad, sin que el estatus migratorio de sus padres influya en este derecho. Sin embargo, la orden ejecutiva de Trump buscaba modificar esta garantía constitucional, restringiendo la ciudadanía para aquellos nacidos de padres en situación irregular o con permisos de estancia temporal, como visas de trabajo.
Como resultado de esta política, si la orden llegara a aplicarse, tendría consecuencias significativas para miles de niños nacidos en EE.UU. En términos prácticos, el Departamento de Estado no podría emitir pasaportes a estos menores, y la Administración de la Seguridad Social no los reconocería como ciudadanos. Esto, a su vez, dificultaría su acceso a servicios básicos y restringiría sus oportunidades para trabajar legalmente en el futuro.
Ante este panorama, la decisión de la jueza Boardman representa un obstáculo clave para la implementación del decreto de Trump. No obstante, el caso sigue en disputa, y se espera que las próximas semanas sean cruciales en la batalla legal sobre este polémico intento de cambiar el acceso a la ciudadanía en EE.UU.