Tras el bochornoso evento en Paraguay incluidas autoridades de la ciudad estadounidense de Newark en 2023 por hermanarse con el estado falso de Kailasa, ahora las autoridades bolivianas han iniciado una investigación sobre un escándalo internacional que involucra al supuesto “Estado soberano de Kailasa”, un país ficticio liderado por el autoproclamado gurú hindú Nithyananda Paramashivam.

Un “país ficticio” en el corazón de Sudamérica

La entidad que lleva por nombre Kailasa, que no cuenta con ningún reconocimiento oficial por parte de organismos internacionales, habría intentado apoderarse de tierras de comunidades indígenas en la Amazonía boliviana a través de engaños y acuerdos ilegítimos.

Según reportes de medios como BBC Mundo y France 24, emisarios de Kailasa contactaron a líderes de los pueblos Cayubaba, Baure y Esse Ejja con el fin de firmar contratos para el “alquiler a perpetuidad” de alrededor de 481.000 hectáreas de territorio ancestral. Las cantidades pactadas oscilaban entre los 28.000 y 180.000 dólares anuales, lo cual puso en evidencia la intención de aprovecharse económicamente de estas comunidades bajo discursos espirituales y pseudodiplomáticos.


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Colonización disfrazada de espiritualidad

Detrás del lenguaje diplomático y místico promovido por los representantes de Kailasa se esconde un mecanismo clásico de despojo: la ocupación encubierta de tierras indígenas mediante el abuso de la buena fe, el desconocimiento técnico-legal y la exclusión histórica de estos pueblos en los procesos de toma de decisiones territoriales. Este intento de arrebatar sus recursos se inscribe en una larga historia de colonización que, en este caso, adopta un rostro posmoderno y transnacional.

Nithyananda, el líder de Kailasa, es prófugo de la justicia india, acusado de secuestro, violación y abuso sexual. A pesar de esto, ha logrado proyectar una imagen de líder espiritual que ha engañado a funcionarios en distintos países, incluso en América Latina. En 2023, un representante del gobierno de Paraguay firmó un “memorando de entendimiento” con esta supuesta nación, lo que evidencia la expansión de esta red de engaño.

Exjefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Arnaldo Chamorro, destituido en Paraguay.

Acción del Estado boliviano

Ante esta situación, el gobierno de Bolivia actuó con rapidez al deportar a los extranjeros implicados (provenientes de India, Estados Unidos, China y Suecia) y abrir una investigación por tráfico de tierras y organización criminal. La Fiscalía también indaga a al menos 20 personas involucradas en la firma de los acuerdos. Esta acción estatal es un paso importante, aunque insuficiente, si no se acompaña de una política de protección integral y real de los territorios indígenas.

Una advertencia urgente

El caso Kailasa debe leerse como una advertencia sobre los nuevos métodos de colonización que enfrentan los territorios de América Latina y sobre todo los de los pueblos originarios. La apropiación simbólica, jurídica y económica de los territorios a través de actores no tradicionales, se camuflan fácilmente bajo discursos de espiritualidad, desarrollo o inversión extranjera. Hoy más que nunca, urge reforzar los mecanismos de autonomía, autodeterminación y soberanía de las comunidades indígenas y nuestros territorios.