La reciente sugerencia del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de tomar el control de la Franja de Gaza y reubicar a su población en otros países provocó una ola de críticas a nivel internacional. Según sus declaraciones, su plan consistiría en que Estados Unidos administre el territorio con una “propiedad a largo plazo” para transformarlo en “la Riviera del Medio Oriente”. Sin embargo, la propuesta fue considerada inaceptable por diversos gobiernos y organismos internacionales, que la calificaron como una violación del derecho internacional.

Asimismo, Trump sugirió que los habitantes de Gaza podrían trasladarse a Jordania o Egipto, pese a que ambos países han rechazado esta posibilidad. Por lo que la comunidad internacional reaccionó con contundencia, condenando cualquier intento de desplazamiento forzado de la población palestina.

Palestina y la ONU rechazan la propuesta

Desde Gaza, Hamas expresó su total rechazo a las declaraciones de Trump y advirtió sobre las consecuencias de un posible intento de ocupación estadounidense.

“Condenamos en los términos más enérgicos las declaraciones de Trump con miras a una ocupación estadounidense de la Franja de Gaza y el desplazamiento de nuestro pueblo”, señaló el movimiento islamista.

La Autoridad Palestina también repudió la iniciativa, insistiendo en que cualquier intento de apoderarse de Gaza y desplazar a sus habitantes es inaceptable.

“El presidente Mahmud Abás y los líderes palestinos rechazan enérgicamente los llamamientos para apoderarse de la Franja de Gaza y para sacar a los palestinos de su tierra natal”, enfatizó el portavoz Nabil Abu Roudeina.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que cualquier traslado forzoso de una población en un territorio ocupado constituye una violación del derecho internacional.

“Cualquier traslado forzoso o deportación de personas de un territorio ocupado está estrictamente prohibido”, afirmó el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.

Además, subrayó que el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino es un principio fundamental que debe ser respetado.

El mundo árabe condena la iniciativa

La indignación se extendió a los países árabes, que manifestaron su rechazo categórico a la propuesta de Trump. Arabia Saudita reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos del pueblo palestino y rechazó cualquier intento de despojo territorial.

“Arabia Saudita reafirma su rechazo categórico a cualquier violación de los derechos del pueblo palestino, ya sea por colonización, anexión de los territorios palestinos o desplazamiento forzado de palestinos”, declaró el Ministerio de Exteriores.

Egipto insistió en la importancia de la reconstrucción del territorio sin la expulsión de sus habitantes.

“Es fundamental avanzar rápidamente en los proyectos de recuperación (…) sin que los palestinos abandonen la Franja de Gaza”, afirmó el ministro de Exteriores, Badr Abdelatty.

De igual manera, Turquía se sumó a las críticas.

“Expulsarlos de Gaza es una cuestión que ni nosotros ni los países de la región podemos aceptar”, declaró el ministro de Exteriores, Hakan Fidan.

China y Rusia se pronunciaron en términos similares. Mientras el gobierno chino ratificó su apoyo a un gobierno palestino dirigido por palestinos, el Kremlin insistió en que la única vía para alcanzar la paz en la región es la creación de dos Estados.

“China siempre ha apoyado el hecho de que un gobierno palestino de los palestinos era el principio básico del gobierno de Gaza de la posguerra y nos oponemos al traslado forzoso de los habitantes de Gaza”, indicó el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian.

“Un acuerdo en el Medio Oriente solo puede hacerse sobre la base de dos Estados”, subrayó el portavoz ruso Dmitri Peskov.

Europa y América Latina se suman a las críticas

Desde Europa, varios países expresaron su preocupación por las declaraciones de Trump. Francia, a través de su portavoz gubernamental Sophie Primas, calificó la propuesta de “peligrosa” para la estabilidad de la región.

“Francia se opone plenamente al desplazamiento de poblaciones”, advirtió.

Mientras que, el Reino Unido manifestó que los palestinos deben poder regresar a sus hogares y reconstruir su territorio.

“Los palestinos de Gaza deben poder regresar a sus hogares, deben poder reconstruir, y debemos estar con ellos en esta reconstrucción, en el camino hacia una solución de dos Estados”, declaró el primer ministro británico, Keir Starmer.

A su vez, Alemania reafirmó su postura en favor de la creación de un futuro Estado palestino.

“Gaza pertenece a los palestinos y debe, al igual que Cisjordania y Jerusalén Este, ser parte del futuro Estado palestino”, señaló la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock.

Desde América Latina, Brasil y Chile también expresaron su oposición a cualquier intento de desplazamiento forzado de la población palestina.

“Quienes tienen que cuidar de Gaza son los palestinos, que necesitan tener una reparación por todo lo que fue destruido”, subrayó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

“El Gobierno de Chile expresa su oposición a cualquier desplazamiento forzado de la población palestina de Gaza”, indicó la Cancillería chilena.

El gobierno de Australia ratificó su postura de apoyo a una solución basada en la coexistencia de dos Estados.

“La posición de Australia es la misma que esta mañana y que el año pasado. El gobierno australiano apoya sobre una base bipartidista una solución de dos Estados”, declaró el primer ministro Anthony Albanese.

Organizaciones humanitarias denuncian un posible crimen de guerra

Por su parte, las organizaciones defensoras de los derechos humanos reaccionaron con indignación. Human Rights Watch advirtió que el desplazamiento forzado de palestinos no solo es ilegal, sino que podría constituir un crimen de guerra o un crimen de lesa humanidad.

“El derecho internacional humanitario prohíbe el desplazamiento forzoso de la población de un territorio ocupado. Cuando ese desplazamiento forzoso es generalizado, puede equivaler a un crimen de guerra o a un crimen contra la humanidad”, afirmó Omar Shakir, director para Israel y Palestina de la organización.

Finalmente, Amnistía Internacional calificó la propuesta de Trump como “incendiaria, indignante y vergonzosa”.

“Cualquier plan para deportar por la fuerza a palestinos fuera del territorio ocupado en contra de su voluntad es un crimen de guerra”, afirmó la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.