Pentágono investiga a Pete Hegseth por uso de Signal en temas militares

La Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa ha iniciado una investigación formal contra el secretario de Defensa, Pete Hegseth, luego de que se revelara que utilizó la aplicación de mensajería Signal para tratar temas sensibles relacionados con ataques aéreos en Yemen. La polémica surge en un contexto donde el uso de tecnologías de comunicación cifrada en asuntos gubernamentales es objeto de crecientes cuestionamientos.

De acuerdo con un memorando oficial difundido el 3 de abril de 2025, el objetivo de la indagatoria es determinar si Hegseth, junto con otros funcionarios del Departamento, respetó los lineamientos internos para el uso de plataformas comerciales en asuntos oficiales.

“Hasta qué punto el secretario de Defensa y otro personal del Departamento de Defensa cumplieron con las políticas y procedimientos del Departamento para el uso de una aplicación de mensajería comercial para asuntos oficiales”, precisa el documento firmado por Steven Stebbins, inspector general interino.

La necesidad de esta revisión surgió luego de que el asesor de seguridad nacional Mike Waltz añadiera por error al periodista Jeffrey Goldberg, de The Atlantic, en un grupo de chat en Signal donde se discutían detalles sobre una operación militar del 15 de marzo contra los hutíes, milicia respaldada por Irán.

Dicho grupo de conversación incluía a altos mandos de la administración, como el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y la directora de Inteligencia Nacional Tulsi Gabbard, además del propio Hegseth. Según fuentes cercanas, los mensajes contenían un nivel de detalle que despertó las alertas en círculos militares y de inteligencia.

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Al respecto, tanto oficiales activos como retirados manifestaron preocupación por la posibilidad de que se haya compartido información clasificada.

“El detalle que compartió Hegseth en la conversación probablemente debió tratarse como información clasificada”, expresaron expertos militares de forma anónima.

No obstante, el gobierno federal intentó restarle importancia al incidente. Como respuesta oficial, la administración de Donald Trump afirmó que no se violaron normas de seguridad.

“No se compartió información clasificada”, subrayó la Casa Blanca, en defensa del secretario de Defensa.

En paralelo, se produjeron algunos movimientos internos en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) que muchos relacionan con este caso. Por lo que presuntamente, consecuencia del revuelo generado, la Casa Blanca decidió despedir a tres funcionarios: Brian Walsh, director de inteligencia; Thomas Boodry, director senior de asuntos legislativos; y David Feith, director senior de tecnología y seguridad nacional.

Sin embargo, hasta ahora ni el Ejecutivo ni medios oficiales han confirmado que los despidos estén directamente vinculados a la filtración a través de Signal. Aun así, diversos analistas consideran que estos cambios responden a una estrategia de control de daños ante el creciente escrutinio público.

Cabe mencionar que, este incidente, denominado ya por la prensa como “Signalgate”, reavivó el debate sobre la conveniencia de emplear herramientas de mensajería cifrada en el ámbito de la seguridad nacional. Pues a juicio de varios expertos, la confianza en plataformas comerciales podría comprometer la integridad del manejo de información delicada.

En consecuencia, el desarrollo de esta investigación podría tener repercusiones a largo plazo, tanto en la manera en que se comunican los altos funcionarios como en la regulación de tecnologías digitales dentro del gobierno.