En México, menstruar puede ser una razón para dejar de ir a la escuela. La falta de productos de higiene, baños adecuados y agua potable en miles de planteles educativos provoca que el 43% de las estudiantes prefiera ausentarse durante su periodo, afectando directamente su derecho a la educación. En este contexto, las organizaciones Mexicanos Primero y Fundación Femmex crearon un manual “Menstruar en la escuela”, una herramienta práctica y urgente que busca erradicar las barreras de la pobreza menstrual en el ámbito escolar y garantizar una menstruación digna para niñas y adolescentes.
De acuerdo con la Encuesta de Gestión Menstrual 2022 de Unicef, el impacto de esta problemática es amplio y profundo: cuatro de cada diez alumnas deciden no asistir a clases durante su menstruación; además, un 20% se ha ausentado al menos una vez por esta causa, y un 30% ha tenido que improvisar con papel higiénico debido a la falta de productos adecuados.
Al respecto, Jeny Farías, directora de proyectos en Mexicanos Primero, enfatizó que no se trata solo de un asunto de higiene, sino de una barrera educativa real.
“La pobreza menstrual es un problema grave en México, donde muchas estudiantes no tienen acceso a productos de higiene menstrual, agua potable o baños adecuados en la escuela, lo que afecta su asistencia, concentración y aprendizaje”, expresó Farías.
Como consecuencia directa, muchas niñas y adolescentes enfrentan desventajas en su desempeño escolar. Esta situación se agrava al considerar el estado de la infraestructura educativa. Según cifras de Mejoredu, correspondientes al ciclo escolar 2021-2022, el 23% de las escuelas en México carece de acceso a agua, y un 2.5% —alrededor de 6 mil planteles— no cuenta con baños.
“Conociendo estos números resulta evidente la desventaja en la que se encuentran las niñas y adolescentes cuando la gestión de la menstruación no es la adecuada y son claras las barreras que esto les ocasiona para aprender”, añadió Farías.
Por otra parte, si bien ha habido avances en el debate público y en iniciativas legislativas para visibilizar la menstruación digna, persisten desafíos importantes dentro del entorno escolar. Así lo señaló Cristina Mendoza, representante de la Fundación Femmex, al referirse al trabajo que aún queda por hacer.
“A pesar de algunos avances en leyes e iniciativas, todavía falta mucho por hacer para lograr cambios reales en las escuelas”, comentó Mendoza.
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En ese sentido, el manual no surge de manera aislada. Forma parte de una estrategia más amplia que busca generar impacto tanto en la legislación como en la implementación de políticas públicas desde las escuelas. Este proceso contempla el trabajo conjunto con autoridades gubernamentales de distintos niveles, organizaciones de la sociedad civil y, fundamentalmente, la participación activa de las comunidades escolares.
“Este manual forma parte de una estrategia para lograr acciones concretas en las escuelas mediante un trabajo colaborativo con autoridades de distintos niveles, la participación de la sociedad civil y, sobre todo, de las comunidades escolares”, explicó Laura Ramírez, directora de Fortalecimiento de Comunidades Educativas en Mexicanos Primero.
Asimismo, Mexicanos Primero informó que el documento está dirigido a docentes y personal directivo de los más de 216 mil planteles de educación básica y media superior del país, con el objetivo de brindar un enfoque integral que atienda la menstruación desde una perspectiva educativa, social y de salud pública.
Por último, es importante destacar que el documento se centra en tres pilares esenciales para asegurar una menstruación digna en el ámbito educativo: educación sobre gestión menstrual, acceso a insumos adecuados como toallas sanitarias o copas menstruales, y mejoras en la infraestructura, que incluyan servicios básicos como agua potable y baños funcionales.