Ciudad de México. El Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dos de las principales instituciones de educación superior del país que continúan en clases no presenciales, reportan resultados positivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en sus respectivos programa de educación a distancia y digital, aplicados por las medidas de emergencia sanitaria de Covid-19.
En el primero de los casos, con un avance casi del 80 por ciento de sus programas de estudio previstos en su curricula, y cuyo semestre y año escolar concluirá a finales de este mes de julio, mientras que en el segundo, el trimestre académico en curso terminará en agosto, pues apenas en mayo pasado inició.
Ambas instituciones debieron trabajar a marchas forzadas para el diseño y puesta en práctica de sus respectivos programas de educación remota o a distancia, a la que todo el sistema educativo del país se vio obligado a migrar, dejando por el momento las clases presenciales, en un intento por detener el contagio de Covid-19.
El IPN informó que en las quince semanas en que ha operado el Plan de Continuidad Académica, y la creación de su portal https://elementosdeaprendizaje.ipn.mx/, hasta el primero de de julio se tienen contabilizadas de forma acumulada 907 mil 544 visitas, un millón 865 mil 374 páginas consultadas por los usuarios -profesores y alumnos-, así como 229 mil 413 descargas de los materiales que se ofrecen en dicho repositorio digital.
Por medio de las herramientas de monitoreo se ha detectado que los medios de acceso más utilizados por comunidad del IPN son los dispositivos móviles (teléfonos, tablets) con el 51 por ciento de usuarios, seguido por el 43 por ciento que utilizan computadoras de escritorio o portátiles y 6 por ciento accesan por otros dispositivos (consolas, sistemas de entretenimiento, etc.).
“Con estas cifras se cumple el propósito del Portal: poder ser accedido por los medios a la disposición de los alumnos aun en condiciones no tan favorables”, señala un reporte interno de esa casa de estudio, que monitorea de manera permanente el avance del programa.
Incluso, reporta que en los niveles medio superior y superior se puede observar que el porcentaje de alumnos y docentes que se encuentran participando en la continuidad académica es del 80% en promedio de toda la comunidad estudiantil y académica.
En el caso de la UAM, esta casa de estudio creó la Comisión de Diagnóstico y Estrategia para la Docencia en la Contigencia, la cual está ahora en la tarea de realizar una evaluación de los resultados que ha tenido el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER), puesto en práctica desde mayo pasado, con el fin de generar propuestas de acciones que atiendan necesidades particulares de cada una de las cinco unidades académicas de la institución.
Incluso, está en marcha, desde hace un par de semanas, un ciclo de conversatorios virtuales en el que participan alumnos, académicos y personal administrativo, para revisar dicho programa y hacerle mejorar. En estos foros se ha señalado que con el PEER se ha alcanzado el objetivo de dar continuidad a la docencia, pero es preciso atender problemáticas para optimizarlo.
Por ejemplo, se ha dicho, no siempre existen las condiciones idóneas para el estudio o la impartición de clases vía remota, por lo que debe extenderse el apoyo que brinda la Institución con la entrega de insumos tecnológicos y los cursos y talleres de capacitación.
José Antonio Román, La Jornada