La reciente decisión de los trabajadores de Boeing en Seattle de poner fin a su huelga de siete semanas ha sido recibida con un gran alivio por parte de la empresa, los inversores y la economía en general. Tras una larga y agotadora lucha por mejores condiciones laborales, los trabajadores han decidido por unanimidad aceptar un nuevo contrato propuesto por la empresa.
El acuerdo alcanzado permite a Boeing continuar con la producción de su avión de pasajeros más vendido, lo que es una excelente noticia para la industria aeroespacial y la economía estadounidense en su conjunto. Durante la huelga, se estimó que la empresa perdía alrededor de 50 millones de dólares al día, lo que representa un duro golpe para su rentabilidad y productividad.
El 59% de los trabajadores que estaban en huelga aceptó el nuevo contrato, con lo que la empresa y los trabajadores llegaron a un acuerdo. En consecuencia, 33.000 trabajadores se reincorporarán a sus funciones en los próximos días. El contrato recién aprobado incluye un notable aumento salarial del 43,65% para los trabajadores en los cuatro años siguientes, una mejora notable respecto al 25% propuesto anteriormente por la empresa en septiembre.
Además, el acuerdo también concede a cada trabajador una prima de ratificación de 12.000 dólares, al tiempo que mantiene una prima de rendimiento que Boeing contemplaba inicialmente eliminar. Significativamente, este acuerdo confirma la contribución fundamental de Boeing a la economía y subraya el papel esencial que desempeñan los sindicatos en el establecimiento de condiciones justas para los empleados.