Un empleado de una campaña zoosanitaria fue agredido hasta casi ser lincharlo por indígenas de Chiapas, quienes lo acusaron de dispersar el virus covid-19. Foto: captura de vídeo.

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Un empleado del gobierno federal de una campaña zoosanitaria contra la mosca del mediterráneo fue agredido hasta casi ser lincharlo por un grupo de indígenas en una comunidad de Chiapas, quienes lo acusaron de dispersar el virus covid-19 con las trampas del programa de combate de plagas y enfermedades en el campo.

En el marco del programa para conservar y mejorar las condiciones sanitarias de las regiones agrícolas, acuícolas y pecuarias para el control y erradicación de plagas y enfermedades del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, (SENASICA), un hombre salió comisionado el lunes de Comitán para instalar trampas en la región entre Teopisca y Amatenango del Valle.

Estas eran trampas son para la erradicación de la mosca del mediterráneo, en las que se usa un Trimedlure, un difusor diseñado para la atracción de machos de mosca del mediterráneo Ceratitis capitata, que tienen una duración aproximada de 45 días. Con ello se protegen plantíos de café, guayaba, cítricos, mango, guanábana y otras frutas.

Poco después del mediodía del lunes, al llegar al poblado de Aguacatenango, municipio de Venustiano Carranza, empezó a colocar las trampas en los árboles por la próxima cosecha del durazno en la zona. Sin embargo, fue increpado por un grupo de personas que lo golpearon e iniciaron el rumor de que colocaba cajas con polvos para esparcir el covid-19.

La multitud lo rodeó y lo llevó a punta de golpes a la plaza central, donde empezaron a reclamarle su presencia en el lugar.

El empleado federal fue llevado hasta la casa ejidal donde fue salvado por los policías del lugar y encarcelado por unas horas para evitar que siguieran golpeándolo.

Los pobladores airados confundieron al empleado del programa del gobierno federal con un empleado de la campaña de fumigación contra el dengue, zika y chinkunguya, campaña que ha sido rechazada en varios municipios y comunidades de Chiapas, con el prejuicio de que con esa campaña se esparcía el coronavirus para matar a las personas.

Por varias horas, autoridades municipales y estatales intentaron dialogar para liberarlo y sacarlo del poblado, pero la población señaló que no permitiría su entrega hasta que les explicaran qué hacía el empleado en esa comunidad.

Tuvieron que llegar expertos a la comunidad para explicarles en lengua tzeltal de qué se trataba el programa para la erradicación de la mosca del mediterráneo.

Fue hasta el martes, alrededor de las 19:00 horas, cuando decidieron soltarlo con varios golpes en el rostro y el cuerpo.

A la persona agredida, le dieron asistencia médica, pero fue trasladada hacia un hospital privado de Comitán, donde hasta la noche se reportaba en situación delicada.

No es la primera vez que la población protagonizado revueltas en contra las campañas de fumigación contra el dengue, lo que ha provocado disturbios violentos en Venustiano Carranza, Simojovel, Totolapa, Las Rosas, San Andrés Larráinzar y otros municipios de Chiapas.

El pasado 25 de junio, en la región fronteriza de Comitán sobrevoló una aeronave de la empresa “Servicios Mubarqui”, que trabaja para el Programa Moscamed, que consiste en tirar moscas estériles para erradicar la mosca del Mediterráneo.

Sin embargo, muchos pobladores de la región creyeron que estaban tirando el virus desde esas aeronaves.

Esos mitos de creer que el covid-19 se transmite de esta forma ha llevado a casos graves de ataques y actos violentos en Chiapas.

La mosca del Mediterráneo es una de las plagas agrícolas más destructivas del mundo debido a su gran capacidad para reproducirse, su amplia distribución mundial, su habilidad para adaptarse a diversos climas (desde cálidos hasta templados).

Genera cuantiosos daños directos a la producción y comercialización de los productos hortofrutícolas y, por lo tanto, pérdidas económicas a la agricultura de diversos países.

ISAÍN MANDUJANO, PROCESO

By qsolis