Con un tono desafiante y rodeado de figuras clave de la política y los negocios, Donald Trump inauguró su nuevo mandato presidencial con un discurso lleno de promesas ambiciosas. En su alocución, afirmó que los próximos cuatro años marcarán el inicio de una “era dorada” para Estados Unidos, poniendo fin a la “decadencia” que, según él, caracterizó a gobiernos anteriores. 

“Estados Unidos reclamará su lugar como la nación más grande, poderosa y respetada del mundo, inspirando admiración global”, proclamó el mandatario en la rotonda del Capitolio.

Trump vuelve al poder con promesas polémicas 

Desde el inicio de su discurso, Trump enfatizó que su administración marcará un nuevo comienzo para la nación. Utilizó términos como “día de la liberación” y “restauración de América” para describir el significado de su retorno al poder.

“Nos alzaremos valientes, viviremos orgullosos y soñaremos a lo grande. Nada se interpondrá en nuestro camino porque somos estadounidenses. Nuestra edad dorada ha comenzado”, aseguró, cerrando su intervención de 30 minutos flanqueado por su esposa Melania y otros miembros de su familia.

En una de las partes más críticas de su discurso, Trump denunció que durante años el “establishment radical y corrupto” despojó de poder y riqueza a los ciudadanos estadounidenses, mientras las instituciones del país caían en el abandono.

“La decadencia de Estados Unidos se ha acabado”, sentenció, cargando contra lo que describió como un gobierno incapaz de gestionar incluso las crisis más simples.

Una agenda migratoria radical

Como símbolo de esta “restauración”, Trump anunció medidas drásticas en política migratoria, destacando que declarará una “emergencia nacional en la frontera sur” con México. De acuerdo con el presidente, su gobierno deportará a millones de inmigrantes que considera “criminales”.

“Vamos a reinstaurar la política de ‘Quédate en México’, terminaré con la práctica de detener y liberar, y enviaré tropas a la frontera sur para repeler esta desastrosa invasión”, aseguró. Además, anunció que aplicará la ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para combatir a las bandas criminales extranjeras y declarará a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas”.

Entre otras propuestas controvertidas, mencionó la intención de renombrar el Golfo de México como “Golfo de América” y recuperar el control del Canal de Panamá, al que calificó como un “regalo” que nunca debió haberse entregado.

¿Un enfoque proteccionista y antiecológico?

En el ámbito económico, Trump aseguró que su gobierno declarará una emergencia nacional para acelerar la explotación energética y eliminar las políticas “verdes”. Asimismo, prometió acabar con los subsidios a los vehículos eléctricos y priorizar la protección de los trabajadores estadounidenses.

“Reformaré nuestro sistema de impuestos y comercio para proteger a nuestras familias. En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, vamos a imponer aranceles y gravámenes a las naciones extranjeras”, afirmó, marcando un giro proteccionista en sus políticas económicas.

Conflicto con el Departamento de Justicia

En su discurso Trump también tocó sus tensiones con el Departamento de Justicia, calificándolo como un instrumento “vicioso y violento” en su contra. El presidente aludió a las múltiples investigaciones que enfrenta, incluida la condena reciente por pagos irregulares, que lo convirtió en el primer mandatario convicto en jurar el cargo.

“Han intentado usar la justicia como un arma contra mí, pero aquí estoy, listo para liderar a este país hacia un futuro glorioso”, manifestó.