El lunes por la noche, dos cuerpos fueron hallados en el compartimiento del tren de aterrizaje de un avión de la aerolínea JetBlue, después de que este aterrizara en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale, en Florida. El avión, un Airbus A320, había completado un vuelo desde el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York.
El hallazgo se produjo durante una inspección de rutina del avión, realizada tras su aterrizaje. Los cuerpos fueron encontrados en el compartimento del tren de aterrizaje, una zona del avión que normalmente no es accesible para los pasajeros. Este espacio, muy peligroso y frío, genera preguntas sobre cómo las personas pudieron haberse introducido en él antes del vuelo.
Este trágico suceso ha generado gran preocupación sobre la seguridad en los vuelos comerciales. Las autoridades aeroportuarias y de seguridad, incluyendo al FBI y al Departamento de Seguridad Nacional, ya están investigando el incidente. A nivel público, la noticia también ha levantado dudas sobre el trabajo de las agencias encargadas de la protección del transporte, como la TSA y la FAA.
El hallazgo de estos dos cuerpos se produce tan solo dos semanas después de otro incidente similar, cuando se descubrió un cuerpo en el compartimiento del tren de aterrizaje de un avión de United Airlines, que aterrizó en Hawái el 24 de diciembre.
Las autoridades aún están trabajando en la identificación de las dos personas fallecidas. Aunque se sabe que eran hombres, no se ha confirmado si se trataban de polizones, es decir, personas que intentan viajar de manera ilegal en los aviones.