El reconocido entrenador y ex púgil, Robert García Cortez, se hizo noticia recientemente debido a unas declaraciones realizadas en medio de una entrevista publicada en YouTube para el programa popular, Un Round Mas, donde dejo claro que no oculta su orgullo por sus raíces mexicanas.
En dicha entrevista, García no dudó en corregir al presentador, Marco Antonio Barrera, que lo catalogó como Mexico-Americano, dejando en claro que él se considera puramente mexicano en todos los sentidos y que si fuera por él, que lo llame Roberto Garcia y no Robert. Y es que no es para menos, García proviene de una familia de inmigrantes mexicanos que se esforzaron por darle una mejor vida en los Estados Unidos. Su madre cruzó la frontera ilegalmente para que él pudiera nacer en el país vecino pero a pesar de haber nacido en Los Ángeles, García se considera a sí mismo como un verdadero mexicano gracias a sus primeros años de vida en México y a la influencia de su familia. Pues como dijo él en la entrevista, “yo no tengo la culpa y de no ser así, yo habría sido mexicano” [nacido en territorio oficial].
Con una exitosa carrera en el boxeo de los años 90, García se retiró en 2001 debido a problemas de salud, pero su amor por el deporte lo llevó a convertirse en un respetado entrenador. Fundó la Robert García Boxing Academy en California, donde ha entrenado a varios campeones mundiales, entre ellos Nonito Donaire y Marcos Maidana, además de su propio hermano, Mikey García.
García ha llevado su orgullo por sus raíces mexicanas a su trabajo como entrenador. En su academia, su padre y él quienes ven a diario el progreso de sus boxeadores, siempre les inculcan valores que consideran fundamentales en la cultura mexicana, como la determinación y el espíritu guerrero. Incluso si los boxeadores son estadounidenses que compiten contra mexicanos, se asegura de transmitirles estas cualidades.
Este orgullo de sus raíces se refleja en su carrera como boxeador y, posteriormente, como entrenador. García ha demostrado a lo largo de su trayectoria el amor y el esfuerzo que pone en su trabajo y en su pasión por el boxeo. Por eso, su éxito no se mide solo en los títulos que ha ganado, sino en la inspiración que ha proporcionado a jóvenes pugilistas, mostrando que ningún sueño es imposible si se trabaja con dedicación.