By Edith Loyola 
El líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, calificó el jueves de “golpe severo” la reciente detonación de dispositivos electrónicos que, según afirmó, cruzó “una línea roja”. No obstante, Nasrala aseguró que el grupo se fortalecerá y continuará sus ataques diarios contra Israel.
Según con la información proporcionada por Nasrala, Hezbolá está en proceso de investigar las detonaciones que fueron atribuidas a Israel. En sus palabras, “sí, fuimos sometidos a un golpe enorme y severo”, y agregó, “el enemigo cruzó todos los límites, todas las líneas rojas”.
Dicho mensaje fue emitido por el líder a través de un video desde una ubicación secreta, sin convocar a sus seguidores para las habituales concentraciones en grandes pantallas. En el mismo, Nasrala declaró que Hezbolá continuará con sus ofensivas contra Israel mientras persista el conflicto en Gaza.
“La única solución es detener la agresión contra los pueblos de Gaza y la Margen Occidental,” afirmó el líder. Subrayó que “ningún ataque, asesinato ni guerra abierta lograrán ese objetivo,” y advirtió que “el enemigo enfrentará un castigo severo, tanto desde donde lo espera como desde donde no lo anticipa.”
Cabe mencionar que como resultado de las tensiones crecientes, Hezbollah ejecutó al menos cuatro ataques en el norte de Israel durante el discurso de Nasrala. Lo que resultó en la muerte de dos soldados israelíes en un ataque previo.
Al mismo tiempo, aviones israelíes realizaron sobrevuelos a baja altura sobre Beirut, rompiendo la barrera del sonido y provocando el pánico entre aves y residentes que abrieron ventanas para proteger sus viviendas.
En respuesta, Israel lanzó ataques en el sur del Líbano, afirmando haber alcanzado varias plataformas de misiles y otras instalaciones de Hezbolá. Aunque no se ha confirmado la existencia de víctimas, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió que Hezbolá “pagará un precio cada vez más caro”.
Por último, Gallant indicó que Israel busca crear condiciones seguras en su frontera con Líbano para permitir el regreso de la población a sus hogares.