Colombia es un país que vive y respira fútbol. Está arraigado en su cultura y ha proporcionado innumerables momentos de alegría y orgullo a su pueblo. Sin embargo, un acontecimiento reciente ha conmocionado a la nación: el secuestro de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista colombiano Luis Díaz. El sábado, Luis Manuel Díaz y Cilenis Marulanda, padres del jugador del Liverpool, fueron secuestrados por asaltantes armados en su ciudad natal de Barrancas, en el departamento de La Guajira.
Mientras que su madre, Cilenis Marulanda, fue afortunadamente rescatada pocas horas después, su padre, Luis Manuel Díaz, sigue desaparecido. Francisco Barbosa, fiscal encargado del caso, ha anunciado que el padre podría encontrarse en territorio venezolano y que se ha ofrecido una importante recompensa por cualquier información que permita localizarlo.
Gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad, se ha identificado a los responsables del secuestro, y un equipo de 230 comandos de élite de las Fuerzas Policiales y Militares está intensificando sus esfuerzos de búsqueda.
La comunidad futbolística internacional se ha volcado con Díaz y su familia, y muchos han expresado su solidaridad y apoyo. En un partido reciente contra el Nottingham Forest, Diogo Jota, compañero de Díaz, marcó un gol y se lo dedicó mostrando una camiseta con su nombre, un gesto que fue recibido con aplausos en todo el estadio.
Díaz había planeado inicialmente viajar de vuelta a casa para estar con su familia, pero sus parientes le convencieron para que se quedara en Inglaterra por motivos de seguridad. La decisión dice mucho del miedo y la incertidumbre que rodean la situación en Colombia.
El país espera con impaciencia noticias sobre el caso, con una plegaria colectiva por el regreso sano y salvo de Díaz y la justicia para sus captores. Mientras tanto, sus compañeros de equipo y el mundo del fútbol se solidarizan con él. Los aficionados seguirán ofreciéndole su apoyo incondicional en estos momentos difíciles.
Con información de El Espectador