Hay mucho en juego para los jugadores de la Copa América mientras las temperaturas extremas golpean Arizona

A medida que la Copa América se calienta en Arizona, también lo hace el aumento de las temperaturas en el estado. Con olas de calor récord azotando la región, los jugadores de las selecciones de Colombia y Costa Rica se enfrentan a un nuevo desafío en la cancha: el calor extremo, con temperaturas superiores a los 40°C (104°F) en la cancha.

El juego de hoy viernes 28 de junio marca uno de los juegos más candentes en la historia del torneo, cuando los dos equipos se enfrenten en el State Farm Stadium en Glendale. El clima extremo no sólo plantea riesgos para los jugadores, sino que también desafía sus capacidades físicas y mentales para perseverar en el intenso calor.

Con las altas temperaturas combinadas con la exigente actividad física del juego, los jugadores corren el riesgo de sufrir deshidratación, agotamiento por calor e incluso insolación. Es una apuesta peligrosa que ningún equipo puede darse el lujo de tomar a la ligera. El delantero de la selección colombiana Jhon Durán calificó el calor de “infernal” y admitió que nunca antes había experimentado temperaturas tan intensas.

Para mitigar estos riesgos, ambos equipos han tenido que adaptar sus horarios de entrenamiento, trasladando las sesiones a horas de la noche. Este cambio es necesario para evitar el calor sofocante del día, aunque hace que la situación sea aún más agotadora. Afortunadamente, una vez dentro del estadio, que cuenta con techo y aire acondicionado, los jugadores podrán jugar con temperaturas más manejables, alrededor de 26°C.

A pesar de las difíciles condiciones, la emoción y la intensidad de la Copa América en Arizona permanecen mientras los jugadores de Colombia y Costa Rica se enfrentan en este partido tan esperado.