La DEA ha intensificado sus esfuerzos para identificar y capturar a narcotraficantes colombianos que operan desde Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Este emirato se ha convertido en un refugio para capos que buscan evadir la justicia internacional, aprovechando su lujoso entorno y la limitada cooperación en extradiciones.
Según informes de La Silla Vacía, la DEA está tras capos colombianos en Dubái. Estos individuos, conocidos como “narcos invisibles”, han establecido una “junta directiva de la mafia” en Dubái, desde donde coordinan operaciones de narcotráfico y lavado de dinero. Entre los miembros destacados se encuentran figuras como Julio Lozano Pirateque, alias “Patricia”, y Junior Cortés, quien habría fingido su muerte para evadir a las autoridades y enemigos.
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La DEA ha detectado movimientos financieros sospechosos, incluyendo la exportación de oro ilegal desde Colombia hacia Dubái, como una posible vía para lavar fortunas del narcotráfico. Además, se ha revelado que algunos de estos capos están involucrados en planes para financiar actividades delictivas en Colombia, como el “plan pistola” en asocio con el Clan del Golfo.
La presencia de estos narcotraficantes en Dubái ha generado preocupación a nivel internacional, y la DEA está intentando negociar con algunos de ellos para que, a cambio de inmunidad, entreguen información sobre otros mafiosos asentados en Emiratos Árabes Unidos.
Este fenómeno refleja una tendencia creciente de narcotraficantes que buscan refugio en lugares con lujosos entornos y sistemas legales que dificultan la extradición, lo que representa un desafío significativo para las agencias de seguridad internacionales.