Las Vegas, conocida popularmente como la “ciudad del pecado” por sus luces deslumbrantes, casinos bulliciosos y espectáculos extravagantes, ha batido un récord preocupante debido a una ola de calor exacerbada. Durante el fin de semana, la ciudad registró una temperatura de 49°C (120°F), una temperatura nunca antes vista en su historia. Esta noticia ha desatado alarma y preocupación entre sus habitantes, además de plantear interrogantes sobre los efectos del calentamiento global.

El calor extremo que azota a los Estados Unidos se ha atribuido a esta temperatura abrasadora en Las Vegas. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha emitido alertas y alertas de calor para varios estados, incluidos Nevada, California, Arizona y Utah, ya que se espera que las temperaturas alcancen niveles peligrosamente altos en los próximos días.

Para Nevada, donde se encuentra Las Vegas, este será el período más largo de calor extremo jamás experimentado, con 11 días consecutivos por encima de los 43°C. Mientras tanto, se prevé que el Parque Nacional del Valle de la Muerte, conocido como el lugar más caluroso del país, alcance la asombrosa temperatura de 54°C (129°F). Este es un motivo importante de preocupación, ya que Este nivel de calor puede tener efectos perjudiciales para la salud humana y resultar potencialmente fatal.

Crédito: NOAA’s

Además del impacto en la salud humana, el calor extremo también está afectando al medio ambiente. A medida que persiste la ola de calor, a los expertos les preocupa que los incendios forestales puedan intensificarse, poniendo en riesgo aún más vidas.

Ante esto, los funcionarios han instado a los residentes y visitantes de Las Vegas a tomar las precauciones necesarias, como mantenerse hidratados y limitar las actividades al aire libre durante las horas más calurosas del día. También es muy recomendable buscar refugio en espacios con aire acondicionado.

Esta peligrosa ola de calor sirve como recordatorio de la apremiante cuestión del cambio climático. A medida que las temperaturas siguen aumentando y los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más frecuentes y agresivos.