El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó este lunes, durante su última conferencia matutina, conocida como “la mañanera”, un breve informe sobre su gestión, resaltando algunos de los aspectos que considera logros de su mandato. No obstante, un análisis más profundo revela matices que ponen en duda los verdaderos alcances de su administración, justo al concluir su mandato y ceder la presidencia a Claudia Sheinbaum, la primera mujer en ocupar este cargo en México.
El Producto Interno Bruto (PIB): ¿Cumple con las expectativas?
Uno de los puntos destacados por el presidente fue el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) en un 4.5% entre el último trimestre de 2018 y el segundo trimestre de 2024, lo que permitió a México escalar posiciones en el ranking global, superando a países como Australia y Corea del Sur. Sin embargo, al observar el crecimiento promedio anual, el panorama fue menos alentador. Con un incremento promedio de tan solo 0.81% anual, este sexenio registró el crecimiento más bajo desde la presidencia de Miguel de la Madrid (1982-1988), según datos de la directora económica del Banco Base, Gabriela Siller.
Si bien este crecimiento pareció positivo, cuando se analizó su promedio anual y se contrastó con otros periodos históricos, su impacto fue menos claro. Este modesto avance indicó que, aunque la economía experimentó cierto crecimiento, este fue lento y desigual, afectado en gran medida por la crisis económica derivada de la pandemia y las políticas internas que generaron incertidumbre entre los inversores. En términos comparativos, el ritmo de crecimiento resultó insuficiente para generar un impacto contundente en la mejora del bienestar general.
Pobreza: avances cuestionables
López Obrador subrayó que 9.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza entre 2018 y 2023, según datos del Banco Mundial. Aunque pareció un logro importante a primera vista, este avance reflejó, en parte, la recuperación tras la crisis económica derivada de la pandemia. En 2020, el 43.9% de la población vivía en pobreza, lo que representó un fuerte aumento respecto a años anteriores, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). La reducción al 36.3% en 2022, aunque positiva, fue más bien un retorno a niveles previos a la crisis sanitaria y económica.
El presidente presentó esta cifra como un éxito, pero la realidad fue que el porcentaje de la población en situación de pobreza siguió siendo elevado. Esto sugirió que, a pesar de los programas sociales implementados, no se logró una mejora estructural significativa en las condiciones económicas de los más vulnerables. En lugar de un avance sostenible, los datos sugirieron que la reducción de la pobreza fue más bien una recuperación temporal tras los efectos de la pandemia.
Creación de empleos formales: un avance limitado por la informalidad
López Obrador informó sobre la creación de 2.4 millones de empleos formales registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), alcanzando un récord de 22.49 millones de puestos de trabajo formales en septiembre de 2024. Aunque la cifra fue histórica, el mercado laboral siguió enfrentando desafíos significativos.
A pesar del aumento en los empleos formales, más de la mitad de la población trabajadora en México (54.3%) continuó en el sector informal, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esto reveló que la precariedad laboral persistió, y millones de personas carecieron de acceso a beneficios como seguridad social y prestaciones. Así, aunque el presidente celebró el récord en empleos formales, la mayoría de los trabajadores mexicanos siguieron en la informalidad, lo que indicó que el crecimiento del empleo formal fue insuficiente para resolver los problemas estructurales del mercado laboral.
De igual manera, la ligera reducción de la informalidad —de solo 2.25 puntos porcentuales— sugirió que las políticas implementadas para combatir esta problemática no lograron hacer una diferencia sustancial, dejando a millones de mexicanos en situaciones laborales precarias.
Salario mínimo: un incremento relativo
El presidente destacó un aumento del salario mínimo en un 110% durante su mandato, alcanzando los 248.9 pesos diarios en 2024. Aunque esta cifra fue significativa y mejoró el poder adquisitivo de los trabajadores con ingresos más bajos, el impacto real del incremento se vio mitigado por el aumento de la inflación en diferentes momentos del sexenio, lo que limitó su efecto positivo en la calidad de vida de los mexicanos.
Asimismo, el salario promedio de los trabajadores registrados en el IMSS alcanzó los 17 mil 691 pesos mensuales. Aunque este aumento benefició a una parte de la población laboral, gran parte de los mexicanos que laboraron en la informalidad no experimentaron mejoras comparables en sus ingresos.
El peso mexicano: una apreciación con altibajos
López Obrador señaló que el peso mexicano se apreció un 3.3% frente al dólar durante su gestión, cerrando en 19.69 pesos por dólar. Este dato reflejó cierta estabilidad macroeconómica en algunos momentos. Sin embargo, desde mayo de 2024, el peso sufrió una depreciación del 16.1%, lo que eliminó gran parte del llamado “superpeso” de 2023.
Este vaivén de la moneda puso de manifiesto la vulnerabilidad del peso frente a factores internos y externos, como las tensiones comerciales y los cambios en las políticas fiscales y monetarias. A pesar de que el presidente destacó la apreciación de la moneda, la volatilidad en el tipo de cambio planteó dudas sobre la estabilidad a largo plazo del peso mexicano.
Remesas y inversión extranjera: dependencia y concentración
Las remesas, principalmente enviadas desde Estados Unidos, alcanzaron un récord de 65 mil millones de dólares en 2024, representando el 3.7% del PIB, según BBVA. Si bien las remesas fueron una fuente crucial de ingresos para millones de familias, este alto nivel de dependencia puso en duda la capacidad del país para generar empleos y oportunidades internas que redujeran esta necesidad de recursos externos.
Por otro lado, la inversión extranjera directa (IED) alcanzó 31 mil 96 millones de dólares en la primera mitad de 2024, impulsada por el fenómeno del nearshoring. Aunque esta cifra parece alentadora, persistieron interrogantes sobre si esta tendencia sería sostenida y si México podría atraer inversiones de manera consistente en el futuro, considerando la inestabilidad que afectó a varios sectores clave de la economía.
Turismo: recuperación incompleta
Finalmente, el presidente destacó que México se consolidó como el sexto país más visitado del mundo en 2023, con 41.95 millones de turistas internacionales, según datos de la Secretaría de Turismo. El turismo fue una fuente clave de ingresos, pero estos beneficios solo se ven reflejados en zonas específicas del país, debido a que gran parte se concentraron en la Riviera Maya y Ciudad de México. Por lo que otras regiones del país no tienen la oportunidad de aprovechar este crecimiento de manera equitativa.
Conclusión
El balance económico presentado por Andrés Manuel López Obrador contiene avances significativos, aunque al analizarlo en detalle, se evidencia que estos logros no alcanzaron a toda la población de manera uniforme.
Además, los desafíos estructurales importantes, como la alta informalidad laboral, la dependencia de las remesas y el bajo crecimiento económico promedio, siguieron presentes, por lo que seguirán siendo temas pendientes para la próxima administración.