El año 2024 fue el más letal para los trabajadores humanitarios desde que se tiene registro. Un total de 377 personas dedicadas a labores de asistencia murieron violentamente en 20 países, lo que representa un aumento de más de un centenar con respecto a 2023, que ya había sido considerado el más mortífero hasta ese momento.

Los datos fueron presentados este miércoles por Joyce Msuya, asistente del secretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, durante una sesión del Consejo de Seguridad centrada en los riesgos que enfrenta el personal de ayuda en zonas de conflicto.

Conflictos con mayor número de víctimas

Según lo informado, los fallecimientos se concentran en dos contextos en particular: Sudán y la Franja de Gaza. En Sudán, se han registrado 84 muertes de trabajadores humanitarios desde abril de 2023. En Gaza, el número asciende a 408 desde octubre del mismo año.

“Gaza se ha convertido en el lugar más peligroso nunca visto para los trabajadores humanitarios”, señaló Msuya ante el Consejo.

Marcos legales y cumplimiento

Durante su intervención, la funcionaria explicó que existen convenciones internacionales y legislaciones nacionales destinadas a proteger la labor humanitaria. No obstante, se refirió a la necesidad de reforzar su aplicación práctica.

“Lo que falta es voluntad política para cumplirlos”, indicó.

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Trabajadores locales, los más afectados

El informe remarca que la gran mayoría de las víctimas (un 95 %) son trabajadores locales, es decir, personas originarias del país donde se lleva a cabo la asistencia. Su rol es considerado esencial para las operaciones de ayuda humanitaria.

“Son la piedra angular de los esfuerzos asistenciales, sin los cuales la respuesta humanitaria se derrumbaría”, dijo Msuya.

A pesar de su relevancia, estas muertes reciben muy poca cobertura mediática, indicó un estudio citado durante la sesión. De acuerdo con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la muerte de un trabajador humanitario local genera 500 veces menos atención en medios que la de un trabajador internacional.

Criminalización y desinformación

Además del peligro físico, el personal humanitario enfrenta detenciones, interrogatorios y acusaciones de terrorismo en varios contextos, como parte de dinámicas propias de los conflictos armados actuales.

“Solo por llevar ayuda a quien lo necesita”, afirmó la representante de la ONU.Por último, Msuya señaló la existencia de campañas de desinformación dirigidas contra organizaciones humanitarias, con presencia documentada en zonas como Gaza, Sudán, Yemen y Haití.