En un movimiento clave para fortalecer el respaldo internacional a la estabilidad de Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski ha convocado una cumbre extraordinaria en Kiev este sábado con líderes de países que integran la denominada coalición de voluntarios. Esta agrupación está formada por naciones dispuestas a desplegar tropas en territorio ucraniano para asegurar la implementación y vigilancia de un eventual acuerdo de paz con Rusia.
Una alianza internacional con visión estratégica
Según fuentes oficiales, la coalición está compuesta por más de 30 países comprometidos con el envío de personal militar y técnico en operaciones terrestres, aéreas, marítimas y tareas de reconstrucción posbélica. Francia y Reino Unido han tomado la delantera en la articulación de esta fuerza multinacional, que busca anticiparse a cualquier amenaza futura del Kremlin y garantizar una paz duradera bajo parámetros definidos por la propia Ucrania.
“El mundo libre debe actuar con unidad y determinación. Una coalición sólida es esencial para proteger nuestro futuro común”, expresó Zelenski al anunciar la cita. El mandatario subrayó que esta reunión no solo busca coordinación militar, sino también establecer principios compartidos para la seguridad europea a largo plazo.
Participación de alto nivel
Aunque no se han revelado todos los nombres de los asistentes, se ha confirmado que el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, intervendrá de forma telemática, mientras que se espera la presencia física del primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre. También podrían sumarse representantes de París y Londres, cuyo liderazgo ha sido clave en el diseño de este proyecto de seguridad colectiva.
El encuentro en Kiev se considera un hito diplomático que podría redefinir el papel de Europa y sus aliados en el conflicto ucraniano, más allá del mero suministro de armas o ayuda humanitaria.
Preocupación por negociaciones paralelas sin Ucrania
Esta cumbre se celebra en medio de crecientes tensiones por las conversaciones bilaterales que Estados Unidos estaría manteniendo con Rusia sobre los territorios ocupados en Ucrania. El gobierno de Zelenski ha manifestado su malestar por ser excluido de estas negociaciones, que considera “delicadas” y que, de concretarse sin Kiev, podrían socavar su soberanía.
“La soberanía ucraniana no puede discutirse a puerta cerrada. Nuestra voz debe estar presente en todo diálogo que determine el destino de nuestro país”, afirmó el presidente ucraniano con firmeza.
Un paso clave hacia la paz supervisada
Con esta reunión, Zelenski busca no solo respaldo militar, sino la legitimación internacional de una fórmula de paz que incluya garantías verificables. La creación de una fuerza internacional de paz bajo mandato claro y reglas definidas es vista como un requisito indispensable para evitar futuras agresiones rusas y consolidar la integridad territorial ucraniana.
La cumbre podría marcar un antes y un después en el conflicto: una apuesta por una paz respaldada no solo por palabras, sino por la presencia activa y comprometida de la comunidad internacional.