Cinco valientes personas siguen desaparecidas tras la desaparición de un sumergible de investigación cerca de los restos del Titanic el pasado domingo. La Guardia Costera de Estados Unidos y equipos de búsqueda internacionales han rastreado una zona de 16.000 kilómetros cuadrados en busca de señales de vida; sin embargo, tras varios días de búsqueda, aún no hay rastro de la pequeña embarcación ni de su tripulación desaparecida.
Ayer, los guardacostas estadounidenses informaron de que un avión canadiense P-8 Poseidon había captado señales de un “golpeteo” cerca de los restos del Titanic. Estas noticias, aunque escasas, renovaron las esperanzas en los cinco pasajeros que siguen en paradero desconocido, a pesar de que la búsqueda no arrojó señales del buque ni de sus pasajeros.
Desgraciadamente, los correos electrónicos internos del Departamento de Seguridad Nacional parecen corroborar el informe de la Guardia Costera de que los “ruidos de golpes” captados por el avión P-8 Poseidon continuaron incluso después del despliegue de un sonar adicional. Estas noticias van acompañadas de la desafortunada realidad de que el tiempo se agota rápidamente para un posible rescate.
La falta de avances durante la búsqueda de la pequeña embarcación ha supuesto un duro golpe para las familias de los tripulantes desaparecidos, la comunidad local de Terranova y la comunidad internacional en general.
Los equipos internacionales de búsqueda, incluidos los guardacostas canadienses, la marina estadounidense y la Royal Canadian Air and Sea Rescue, siguen dedicando recursos a la búsqueda. Al parecer, la Marina Real Canadiense tiene previsto lanzar un dron submarino para seguir investigando la zona.
Al final, a todas las personas implicadas en las labores de búsqueda sólo les queda esperar que los cinco pasajeros desaparecidos sean localizados y rescatados antes de que se agote el tiempo.