En una decisión que marcará un antes y un después en la historia de la filantropía moderna, Bill Gates ha anunciado que cerrará la Fundación Bill y Melinda Gates en el año 2045. El objetivo detrás de esta medida es donar prácticamente la totalidad de su patrimonio personal valorado actualmente en casi 200.000 millones de dólares a causas humanitarias en las próximas dos décadas.
Un legado planificado
El multimillonario y cofundador de Microsoft explicó que su decisión responde a un deseo profundo de garantizar que su riqueza tenga un impacto significativo y duradero en la reducción de la pobreza extrema, el acceso a la salud y la mejora de la educación en los lugares más necesitados del mundo. Según detalló, para 2045 habrá donado el 99% de su fortuna.
Gates, de 69 años, señaló que no tiene intenciones de dejar su fortuna como herencia a sus hijos, salvo una pequeña parte para garantizar su bienestar. La mayor parte será canalizada a través de programas estructurados que buscarán resolver problemas globales de forma concreta y medible.
Un calendario de cierre inédito
La Fundación Gates, una de las entidades privadas más influyentes y con mayor presupuesto del mundo, operará de forma activa durante los próximos 20 años, con un enfoque cada vez más dirigido a la ejecución y finalización de proyectos clave. La estrategia implica un cronograma escalonado que permitirá a la organización concluir sus iniciativas con efectividad antes del cierre definitivo en 2045.
El anuncio también contempla una expansión temporal del presupuesto anual destinado a la filantropía, que podría alcanzar los 9.000 millones de dólares anuales en los próximos años. Esta cifra representa un aumento sustancial respecto al gasto anual actual y refleja la intención de acelerar el impacto antes del cierre institucional.
Cambios en el panorama filantrópico
La noticia ha generado amplio debate en el sector del desarrollo internacional. El enfoque de Gates desafía la lógica tradicional de fundaciones permanentes, que operan de forma indefinida. En cambio, apuesta por una filantropía con plazo de caducidad, basada en resultados y con una hoja de ruta clara.
Con este anuncio, Bill Gates redefine el concepto de filantropía a gran escala, no solo por el volumen de recursos implicados, sino también por la voluntad explícita de renunciar a la perpetuidad institucional para maximizar el impacto en el corto y mediano plazo.
Más allá del dinero
En su declaración, Gates hizo hincapié en que su motivación no es únicamente económica. Afirmó que espera que su decisión inspire a otros multimillonarios a comprometerse de forma tangible con los problemas globales. “No se trata de cuánto tienes, sino de qué decides hacer con ello”, expresó.
La próxima fase para la fundación implicará una revisión de prioridades estratégicas, una optimización de recursos y el fortalecimiento de alianzas globales, con el objetivo de garantizar que cada dólar donado deje una huella profunda y sostenible.