Claudia Sheinbaum toma posesión como la primera mujer presidenta de México

Este martes, en una histórica sesión del Congreso de la Unión, se llevó a cabo el cambio de estafeta entre el gobierno saliente y la doctora Claudia Sheinbaum, quien se convirtió oficialmente en la primera mujer en asumir la presidencia de México. 

Durante la ceremonia, a la que asistieron casi una veintena de mandatarios internacionales y representantes de múltiples países y organismos, Sheinbaum pronunció el tradicional juramento presidencial. 

“Honorable Congreso de la Unión, pueblo de México, protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidenta de la república que el pueblo me ha conferido”, expresó Sheinbaum al asumir el cargo.

El acto de transmisión de poder estuvo encabezado simbólicamente por la presidenta de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, quien colocó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum. Este acto marcó no solo el inicio de su mandato, que se extenderá por los próximos seis años, de 2024 a 2030, sino también un momento histórico en los más de 200 años de México como república.

Un momento histórico para México

El nombramiento de Sheinbaum fue recibido con vítores por parte de los asistentes al Congreso. “Presidenta, presidenta” y “¡Es un honor estar con Claudia hoy!” resonaron entre los presentes, haciendo eco del conocido, ¡Es un honor estar con Obrador!, un dicho popular para mostrar apoyo al ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador. 

Por su parte, en su discurso de toma de posesión, Sheinbaum enfatizó la relevancia del momento para las mujeres mexicanas. “Llegamos todas. Y digo llegamos, porque no llego sola, llegamos todas. Somos una gran nación”, afirmó, destacando el papel protagónico que ahora tienen las mujeres en la conducción del país.

La caída del mito neoliberal y el humanismo mexicano

La presidenta aprovechó su discurso para resaltar los logros del gobierno anterior y los retos que enfrentará en su mandato. “La respuesta es: cambió el modelo de desarrollo del país, del fracasado modelo neoliberal a uno que nació del amor al pueblo y la honestidad: el humanismo mexicano”, declaró.

Respecto a quienes expresan temores sobre un posible autoritarismo en su gobierno, Sheinbaum fue enfática al afirmar: “Cualquiera que diga que habrá autoritarismo, está mintiendo”. A su vez, reiteró su compromiso con el diálogo abierto, tanto con los diferentes sectores de la sociedad como con líderes internacionales.

Los pilares de su plan de gobierno

En su intervención, Sheinbaum también detalló algunos de los aspectos clave de su agenda de gobierno. Anunció que mantendrá y ampliará los programas sociales, incluyendo aquellos como las pensiones, que ya tienen rango constitucional. De igual manera, adelantó que próximamente presentará sus propuestas en temas como energía y soberanía alimentaria.

Otro punto de su plan de gobierno es la construcción de infraestructura, particularmente en lo referente a vías férreas para trenes de pasajeros y carga. Asimismo, destacó la necesidad de cuidar el agua como recurso de la nación y de avanzar en el combate a la contaminación.

Prioridades en seguridad

La presidenta subrayó que la seguridad será una de las principales prioridades de su administración y explicó que su estrategia se centrará en cuatro pilares: atención a las causas de la violencia, cero impunidad, inteligencia e investigación, y el fortalecimiento de la Guardia Nacional. Sobre este último punto, aclaró que el paso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no implica una militarización.

Clima político y retos de Sheinbaum

Cabe mencionar que Claudia Sheinbaum asume la presidencia en un contexto político complejo, caracterizado por la polarización. Además, el país enfrenta desafíos considerables, como la inseguridad, el rezago económico en algunas regiones, y la necesidad de fortalecer instituciones clave para garantizar el estado de derecho.

En este contexto, los analistas coinciden en que el éxito de Sheinbaum dependerá en gran medida de su capacidad para generar consensos entre los diferentes sectores y mantener una gobernabilidad efectiva en un panorama donde las tensiones políticas podrían escalar si no se manejan con prudencia y diálogo.