El auge de la derecha en las elecciones europeas alemanas: Un revés para la coalición del Canciller Scholz y un triunfo para Von der Leyen

Berlín, Alemania – En una elección crucial celebrada el domingo, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), junto con su partido hermano bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), conocida colectivamente como “la Unión”, obtuvo el 30,6% de los votos. Esta victoria coloca a Ursula von der Leyen, jefa de la Comisión Europea y figura clave dentro de la CDU, en un camino sólido hacia la reelección. En particular, los resultados electorales han remodelado el panorama político alemán, elevando a la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) a un segundo lugar sin precedentes con el 15,9% de los votos.

Las elecciones también supusieron un duro golpe para el actual gobierno de coalición liderado por el canciller Olaf Scholz. Su Partido Socialdemócrata (SPD) obtuvo sólo el 13,9% de los votos, lo que le sitúa en tercera posición. Sus socios de coalición, los Verdes y los Demócratas Libres (FDP), vieron cómo su apoyo se redujo al 11,9% y al 5,2%, respectivamente. El pésimo desempeño de estos partidos indica insatisfacción entre el electorado y plantea dudas sobre la viabilidad futura de la coalición.

Alice Weidel, líder de AfD, subrayó los importantes avances que ha logrado su partido, que ahora se sitúa como la segunda fuerza política a nivel nacional y el partido dominante en las regiones orientales, donde las elecciones regionales están previstas para septiembre. A pesar del aislamiento político duradero y los escándalos persistentes relacionados con supuestos vínculos con el nazismo, el mayor apoyo de la AfD (ganando cinco puntos porcentuales) demuestra una influencia creciente que los partidos tradicionales no pueden ignorar.

Los resultados de las elecciones alemanas tienen importantes implicaciones para Europa en su conjunto. Alemania no solo tiene el mayor número de escaños en el Parlamento Europeo, sino que también desempeña un papel crucial en la orientación de la Unión Europea. La fuerte presencia de la AfD, un partido conocido por su postura antieuropea, suscita preocupación sobre el futuro de la UE y el auge del extremismo en la región.

La posición de Von der Leyen como cabeza de la popular lista europea también ha sido objeto de escrutinio a raíz de su ambigua postura ante partidos de extrema derecha como el italiano Giorgia Meloni. Aunque ha descartado apoyar a la francesa Marine Le Pen, su disposición a trabajar con otros políticos de extrema derecha plantea dudas sobre su compromiso con los valores de la UE.

A medida que se asientan las urnas en Alemania, una cosa está clara: el ascenso de la AfD y su aumento de popularidad no pueden ignorarse. Los partidos mayoritarios, liderados por Von der Leyen y Scholz, deben atender las preocupaciones de sus ciudadanos y trabajar para promover la unidad y la tolerancia frente al creciente extremismo. El futuro de Alemania, y de la UE en su conjunto, depende de ello.

Con información de El Periódico