La Casa Blanca se sumió en el caos el domingo 2 de julio, cuando se descubrió un polvo blanco no identificado en el Ala Oeste, lo que llevó al Servicio Secreto a evacuar la zona y llamar a un equipo de materiales peligrosos para investigar el origen de la sustancia. Como pronto se revelaría, el polvo resultó ser cocaína.
El descubrimiento de la sustancia ilegal plantea serias dudas al gobierno de Biden sobre la seguridad en la Casa Blanca, ya que cientos de personas recorren diariamente el Ala Oeste para acceder al despacho del presidente. Aunque se desconoce quién pudo entrar en la habitación donde finalmente se descubrió la cocaína, al parecer el presidente Joe Biden Jr. y su familia no estaban presentes en ese momento.
Las especulaciones se han disparado también en las redes sociales, donde algunos usuarios relacionan el incidente con Hunter Biden, el hijo del presidente. Se le han relacionado incidentes anteriores de consumo de drogas, incluido un vídeo filtrado en el que se le veía fumando crack mientras conducía a una velocidad excesiva, así como fotografías de varias drogas sobre la mesa de su casa que se revelaron en 2019. Hunter también atraviesa actualmente un proceso judicial por su presunta implicación en delitos federales que incluyen posesión de armas y dos fraudes fiscales.
La Casa Blanca sigue investigando el incidente, sin nombrar sospechosos y sin nuevas pistas. El Presidente Biden aún no se ha dirigido al público sobre el asunto, y la Casa Blanca no ha emitido ninguna declaración oficial. Con las tensiones a flor de piel debido a los riesgos para la seguridad que plantea el incidente, el gobierno de Biden debe actuar con rapidez para garantizar la seguridad de su personal y de las personas que visitan la Casa Blanca cada día.