En el mundo de la moda, pocas figuras han sido tan malinterpretadas y a la vez tan influyentes como el dandi negro. Aunque históricamente asociado con el refinamiento y la elegancia masculina, el dandismo cobra una dimensión radicalmente distinta cuando se trata de hombres afrodescendientes: se convierte en una estrategia de resistencia, una forma de desafiar los códigos raciales, de clase y de género establecidos.

¿Qué es el dandismo negro?

El dandismo negro no se reduce a un gusto exquisito por el vestir. Surge como un acto de afirmación política, una respuesta estética frente a siglos de exclusión social, esclavitud y discriminación. Se origina en el siglo XVIII, cuando ciertos sirvientes negros —esclavos domésticos conocidos peyorativamente como mungos— modificaban sus uniformes para adoptar elementos de la moda aristocrática. Aunque se los consideraba símbolos decorativos de estatus, muchos de ellos utilizaron la vestimenta como vehículo de visibilidad, dignidad y agencia personal.

Uno de los casos más emblemáticos fue Julius Soubise, un antiguo esclavo liberado por la duquesa de Queensberry. A pesar de su origen, se vestía como un aristócrata británico, encarnando el estilo de un dandi en toda regla. Sin embargo, su elegancia no lo liberó del racismo: era admirado y ridiculizado al mismo tiempo, tratado como una especie de “mascota de lujo” por las élites blancas.

¿Por qué es importante el dandismo negro?

Según la académica Monica Miller, autora del libro Slaves to Fashion: Black Dandyism and the Styling of Black Diasporic Identity, este movimiento es “una estrategia y una herramienta para repensar la identidad, para reimaginar el yo en un contexto diferente”. A través del cuidado estético, los dandis negros han reclamado humanidad, presencia y sofisticación en entornos que históricamente les negaron esos derechos.

Durante siglos, vestir con intención fue una forma de resistir. Como escribió bell hooks en Black Looks: Race and Representation, la moda negra siempre ha sido “una forma de proclamar identidad, de transformar lo que otros llaman exceso en poder”. Así, el dandismo negro se convierte en una práctica cultural profunda: desafía la naturalización de los roles sociales asignados por raza, clase o género y denuncia la exclusión mediante el estilo.

Julius Soubise

Características del dandi negro

Aunque comparte con el dandismo clásico el gusto por el detalle, la disciplina estética y cierta teatralidad, el dandismo negro incorpora elementos únicos:

  1. Reivindicación racial a través del estilo: la elegancia no es solo estética, es una herramienta simbólica para afirmar la identidad negra en sociedades que históricamente la han subordinado.
  2. Subversión de los roles sociales: desde esclavos que alteraban sus uniformes hasta estrellas del pop o diseñadores contemporáneos, los dandis negros rompen las etiquetas impuestas y reconfiguran su lugar en el mundo.
  3. Desafío a las normas de género: figuras como Prince, Billy Porter o André 3000 han usado la moda para cuestionar la rigidez de la masculinidad y expresar una fluidez performativa que desafía los estereotipos raciales.
  4. Cosmopolitismo y conciencia cultural: el dandi negro es moderno, urbano y global, pero siempre lleva consigo una fuerte conexión con sus raíces africanas o caribeñas, integrando elementos como los dashikis, kaftanes o trajes africanos reinterpretados.
  5. Creación de nuevas estéticas: desde el zoot suit de los años 40 hasta la estética del hip hop, la moda negra ha sido pionera en estilos que luego fueron adoptados globalmente, pero rara vez se reconoció su origen.
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La MET Gala 2025 y la reivindicación del estilo negro

Este año, el Museo Metropolitano de Nueva York toma el dandismo negro como tema central de su esperada exposición de moda y de la MET Gala, el evento de moda más influyente del mundo. Bajo el título “Superfine: Tailoring Black Style”, la muestra —organizada por el Costume Institute en colaboración con Vogue— estará abierta del 10 de mayo al 26 de octubre.

“La exposición ilustrará cómo los negros pasaron de ser esclavizados y presentados como objetos de lujo a convertirse en individuos autónomos que definen su estilo y marcan tendencias globales”, explicó Monica Miller, comisaria de la muestra. Andrew Bolton, director del Costume Institute, agregó que esta exposición representa un paso importante para corregir los sesgos históricos dentro de las prácticas curatoriales del museo.