Dos de las plataformas más populares de comercio electrónico en el mundo de la moda low-cost, Shein y Temu, han emitido alertas oficiales a sus millones de usuarios, advirtiendo que sus productos podrían experimentar aumentos de precio en los próximos meses debido a nuevas políticas arancelarias impuestas por Estados Unidos.

El aviso llegó directo al carrito de compras

Usuarios en redes sociales, como Instagram, han compartido capturas de pantalla mostrando un mensaje emergente al momento de hacer checkout en estas plataformas. El aviso informa que, a partir del 17 de abril de 2025, ciertas compras podrían estar sujetas a impuestos o tarifas adicionales, dependiendo del destino y los cambios en las políticas comerciales.

Este mensaje ha generado preocupación entre compradores habituales que, hasta ahora, disfrutaban de precios extremadamente bajos, muchas veces por debajo de los costos de producción tradicionales.

Te podría interesar: https://lacartita.com/cientificos-detectan-una-senal-prometedora-de-posible-vida-en-un-planeta-lejano/

Un cambio estructural en el comercio internacional

El detonante de esta advertencia tiene origen en el endurecimiento de la política comercial de Estados Unidos frente a productos importados desde China, particularmente en sectores como moda, tecnología y artículos del hogar. Con la intención de frenar el dominio chino en plataformas de e-commerce, el gobierno estadounidense evalúa eliminar ciertas exenciones tributarias, como la conocida “de minimis”, que permitía la entrada libre de impuestos a productos cuyo valor no superara los $800 USD.

Esto afectaría directamente a gigantes como Shein y Temu, cuyas estrategias se han basado en exportar pequeñas cantidades por pedido individual desde fábricas en China, evitando así los gravámenes tradicionales.

El impacto para consumidores y marcas

Aunque las plataformas han señalado que harán todo lo posible por mitigar el impacto y seguir ofreciendo precios competitivos, reconocen que los nuevos aranceles podrían hacer que los productos ya no sean “ultra baratos”.

El fenómeno no solo impactará a los consumidores estadounidenses, sino que podría tener repercusiones globales. Muchos países en América Latina como Colombia, México y Chile, han adoptado modelos similares de importación directa desde China, y podrían seguir los pasos de EE.UU. si buscan proteger sus industrias locales o equilibrar las balanzas fiscales.

¿El comienzo del fin para la moda ultrarrápida?

Este giro podría marcar un punto de inflexión en la era de la moda ultrarrápida, caracterizada por prendas desechables, precios ínfimos y ciclos de consumo acelerados. Si el costo de importar productos aumenta, las marcas podrían verse forzadas a ajustar su modelo de negocio, priorizando calidad sobre cantidad, o relocalizando parte de su producción.

Para muchos analistas, se trata de una oportunidad para repensar los hábitos de consumo y abrir paso a una moda más ética y sostenible.