El corazón cafetero de Colombia late con preocupación tras el anuncio del gobierno estadounidense de imponer un nuevo arancel del 10% sobre las importaciones de café colombiano. Esta decisión, firmada por el presidente Donald Trump como parte de un paquete de ajustes a la política comercial, reconfigura el panorama para una de las exportaciones más emblemáticas del país y amenaza con desequilibrar a más de medio millón de familias que dependen directamente de esta industria.
Una medida que sacude al mayor exportador de café suave del mundo
Colombia, segundo mayor productor mundial de café arábigo suave y reconocido por la calidad de su grano, exporta aproximadamente el 40% de su café a Estados Unidos. Este mercado representa ingresos por más de US$1.100 millones anuales, una cifra que ahora se ve en riesgo. La Federación Nacional de Cafeteros (FNC) ha calificado la medida como un golpe directo a la competitividad del café colombiano, especialmente en un momento de recuperación económica tras varios años de precios bajos y desafíos climáticos.
“El café representa a más de 560.000 familias cafeteras que todos los días luchan por mantener la calidad y sostenibilidad de un producto netamente exportable. Este arancel pone en riesgo su bienestar y el futuro del sector”, advirtió Germán Bahamón, gerente general de la FNC.
Arancel del 10% : ¿Obstáculo o ventaja?
Aunque a primera vista el nuevo impuesto preocupa a los productores colombianos, hay una perspectiva menos pesimista que también merece atención. En comparación con otros países exportadores de café, el arancel aplicado a Colombia es notablemente más bajo. Por ejemplo, Vietnam el mayor productor mundial de robusta, enfrentará un gravamen del 46%, mientras que Indonesia lidiará con uno del 32%.
Esta diferencia porcentual abre una ventana de ventaja competitiva para Colombia dentro del mercado estadounidense, al mantener una mayor accesibilidad frente a los cafés asiáticos. “Aunque el arancel no deja de ser un obstáculo, Colombia se mantiene en una mejor posición relativa que otros exportadores. Esto puede ser clave para preservar relaciones comerciales estables con compradores estadounidenses que buscan calidad sin un aumento desproporcionado en el precio final”, señaló un analista de comercio exterior.
El segmento premium: En la cuerda floja
La preocupación más aguda radica en el nicho de los cafés especiales, donde Colombia ha invertido tiempo, conocimiento y reputación. Si bien la demanda de café es inelástica a nivel general, en el segmento gourmet sí hay sensibilidad a los precios. Un incremento en el costo podría alterar las decisiones de compra de importadores y tostadores que operan con márgenes ajustados.
Sin embargo, gracias a su prestigio global y la trazabilidad de su producto, Colombia aún conserva una base sólida en este mercado que podría resistir mejor el impacto del nuevo arancel.
Llamado a la diplomacia y la transformación productiva
Frente a este panorama, la FNC y diferentes gremios agrícolas instan al Gobierno Nacional a iniciar conversaciones bilaterales para mitigar el impacto del arancel o negociar un tratamiento preferencial. Al mismo tiempo, plantean que esta coyuntura debe convertirse en un catalizador para diversificar los mercados y aumentar el valor agregado de la cadena productiva del café.
“Colombia debe dejar de ser solo un exportador de materia prima y convertirse en una potencia en productos transformados: extractos, alimentos funcionales, cosméticos y bebidas listas para consumir. Así se reduce la exposición a este tipo de decisiones unilaterales”, afirmaron expertos de Agrosavia.
Un reto con matices de oportunidad
El nuevo arancel estadounidense representa sin duda un desafío para la caficultura nacional, pero no un cierre total de puertas. En un entorno de proteccionismo creciente, Colombia aún conserva una posición destacada en la preferencia del consumidor estadounidense y podría incluso capitalizar su ventaja arancelaria frente a Asia. La clave está en actuar con agilidad diplomática y apostar por la transformación productiva que hace tiempo se viene anunciando.