El presidente Gustavo Petro anunció este martes la declaratoria de emergencia sanitaria y económica en respuesta al creciente brote de fiebre amarilla que ya ha generado preocupación nacional e internacional.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó la implementación de medidas excepcionales para hacer frente a la propagación de la fiebre amarilla en varias regiones del país. A través de un pronunciamiento oficial y publicaciones en sus redes sociales, el mandatario informó que se decretarán emergencias sanitaria y económica con el fin de contener el brote, proteger la salud pública y garantizar una respuesta oportuna por parte del Estado.
La decisión se da luego de que el Instituto Nacional de Salud (INS) reportara un aumento inusual de casos de fiebre amarilla, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, principalmente en zonas rurales y selváticas. Hasta el momento, se han confirmado múltiples contagios en departamentos como Amazonas, Vaupés, Guaviare y Meta, generando alarma por su potencial de expansión hacia otras regiones con baja cobertura de vacunación.

Un llamado a la prevención y a la vacunación
Petro subrayó que una de las principales preocupaciones del Gobierno es la insuficiencia en los niveles de inmunización. “Una parte importante de la población, especialmente en zonas apartadas, no cuenta con la vacuna contra la fiebre amarilla, lo que incrementa el riesgo de una propagación mayor del virus”, afirmó el presidente. En este sentido, se priorizará una estrategia nacional de vacunación intensiva, sobre todo en áreas de alto riesgo.
De igual forma, el Ministerio de Salud, junto con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), activará protocolos de atención urgente, distribución de insumos médicos, campañas de fumigación y acciones comunitarias para la eliminación de criaderos del mosquito Aedes aegypti, principal vector de la enfermedad.
Medidas económicas para afrontar la crisis
La declaratoria de emergencia económica permitirá al Gobierno realizar traslados presupuestales extraordinarios sin necesidad de pasar por el Congreso. Esto facilitará la asignación de recursos para logística, atención médica, apoyo humanitario en zonas afectadas y fortalecimiento del sistema de salud pública.
Además, el presidente Petro indicó que se abrirán líneas especiales de apoyo financiero para las comunidades indígenas y rurales impactadas por la crisis sanitaria, muchas de las cuales enfrentan también dificultades estructurales como la pobreza extrema y el acceso limitado a servicios básicos.
Reacciones y seguimiento internacional
Organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya se encuentran en contacto con las autoridades colombianas para monitorear la situación. La fiebre amarilla, si bien prevenible mediante vacunación, puede ser mortal en sus formas más graves, por lo que la comunidad médica y científica ha respaldado la declaratoria de emergencia como una medida necesaria.
Desde diversos sectores de la sociedad civil se ha pedido transparencia en la información oficial y un enfoque diferencial que considere las particularidades étnicas y territoriales de las comunidades afectadas.
Una amenaza que revive viejas alertas
Aunque Colombia había mantenido bajo control los casos de fiebre amarilla en las últimas décadas, el resurgimiento del virus plantea desafíos importantes, especialmente en un contexto de cambio climático, deforestación y migración interna que favorecen la expansión del vector transmisor.
Petro concluyó su anuncio haciendo un llamado a la unidad nacional: “Estamos ante una amenaza de salud pública que requiere de la acción colectiva. El Estado asumirá su responsabilidad, pero la prevención también empieza en casa”.