La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa tecnológica para convertirse en una exigencia del presente. Así lo dejó claro Tobi Lütke, CEO de Shopify, quien en declaraciones recientes afirmó que, a partir de ahora, se espera que todos los empleados dominen herramientas de IA para ser considerados plenamente eficientes en sus cargos. Pero esta visión va más allá de una simple recomendación: podría marcar un antes y un después en la manera en que las empresas contratan y evalúan a sus trabajadores.

Un nuevo estándar laboral: saber usar IA

En una publicación que generó amplio debate en redes, Lütke explicó que dentro de Shopify ya se considera el uso de herramientas como ChatGPT, Midjourney y similares como parte del “kit básico” de cualquier empleado. Es decir, si alguien no sabe cómo incorporar la IA en su trabajo diario, estará en desventaja frente a sus compañeros. En sus palabras, la IA es ahora “una bicicleta para la mente humana” que acelera procesos y libera tiempo para tareas más estratégicas.

Este mensaje no solo refuerza el papel central de la IA en empresas tecnológicas, sino que alinea con una transformación más amplia que vive el mercado laboral: el conocimiento técnico en IA ya no es exclusivo de ingenieros o científicos de datos. Se espera que personas en áreas como marketing, diseño, recursos humanos y atención al cliente también integren estas herramientas en sus funciones cotidianas.

La otra cara: menos contrataciones humanas

Mientras algunos celebran este nuevo enfoque como una oportunidad para aumentar la productividad y reducir tareas repetitivas, otros alertan sobre sus consecuencias sociales. El CEO de otra gran tecnológica, cuyo nombre no ha trascendido pero fue citado en medios, fue contundente al admitir que su empresa ha decidido congelar nuevas contrataciones porque la IA puede realizar muchas de las tareas previstas para esos roles. “No tiene sentido contratar más personas si una IA puede hacer el trabajo”, aseguró, reconociendo así una “triste realidad” para el futuro inmediato del empleo.

¿Revolución o desplazamiento?

Aunque los líderes empresariales justifican estos cambios como parte de una transición inevitable hacia un entorno más eficiente, el impacto sobre el empleo humano es innegable. Expertos en tecnología y sociología coinciden en que si bien surgirán nuevos perfiles laborales centrados en el desarrollo y supervisión de IA, miles de empleos tradicionales están en riesgo de desaparecer.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido sobre la necesidad de políticas que acompañen esta transición, desde programas de reskilling (recapacitación) hasta nuevas normativas laborales. De lo contrario, el avance tecnológico podría agravar las brechas sociales existentes.

¿Qué significa esto para el trabajador común?

Para quienes ya están en el mercado laboral o buscan ingresar a él, la señal es clara: la alfabetización en inteligencia artificial será tan básica como saber usar un procesador de texto o una hoja de cálculo. Y para los líderes empresariales, representa un nuevo reto: cómo integrar estas herramientas sin deshumanizar el entorno de trabajo.

Lo que está ocurriendo en Shopify no es un caso aislado, sino un indicio de un cambio estructural que apenas comienza. La IA ya no es una herramienta del futuro. Es el presente, y ha llegado para quedarse.