Según el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, se han notificado más de 12.000 casos de dengue en los siete primeros meses de este año, lo que supone un alarmante aumento del 152% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta alarmante estadística se ve agravada por los estragos que el dengue ha causado en los niños pequeños del país, con al menos 22 muertes de menores de 15 años.
El dengue es una enfermedad tropical que causa fiebres altas, dolores de cabeza, náuseas, vómitos y, en casos graves, puede provocar hemorragias y finalmente la muerte.
El Ministerio de Sanidad ha emitido un comunicado en el que esboza un plan para hacer frente a la crisis, que incluye fumigaciones, así como una mayor atención hospitalaria y la cooperación entre instituciones públicas y privadas. El subsecretario de Protección Civil, Walter Monroy, ha advertido de que el agua estancada provocada por el inicio de la segunda temporada de lluvias en septiembre y octubre podría crear “criaderos de mosquitos” ideales.
La declaración de emergencia nacional por un periodo de tres meses es el intento del país de evitar el crecimiento de la epidemia de dengue. Benjamin Coma declaró la medida como un paso necesario para “trabajar de forma coordinada” y gestionar la crisis.