Las declaraciones del presidente tienen consecuencias y en este caso fomentan estereotipos y colocan a las víctimas en una situación de vulnerabilidad, afirma Isabel Erreguerena, coordinadora de Políticas Públicas de Equis Justicia para las Mujeres.
La Oficina de la Presidencia de la República se declaró no competente para atender una solicitud de acceso a la información de la organización Equis Justicia para las Mujeres, en la que pedía se le proporcione el documento en el que se basó el presidente, Andrés Manuel López Obrador, para decir que 90% de las llamadas de mujeres solicitando auxilio al sistema de atención telefónica de emergencia 911 son falsas.
“Decían que iba a haber violencia interfamiliar, y no la hubo”, dijo en una conferencia de prensa reciente, contradiciendo las estadísticas de su propio gobierno.
“El noventa por ciento de esas llamadas que te sirven a ti de base son falsas”, dijo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, cuando le preguntaron sobre el aumento de las llamadas en una reciente conferencia de prensa. “Esto sucede lo mismo en las llamadas que recibe el metro sobre sabotajes, sobre bombas”.
Esa organización también pidió el documento que señala los criterios que toman en cuenta para decir que una llamada es falsa o procedente.
La Presidencia respondió que “los sujetos obligados que pudieran contar con información” son la Secretaría de Gobernación, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, (SESNSP) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).
Ante esa situación, la coordinadora de Políticas Públicas de esa organización, Isabel Erreguerena, informó que solicitarán la intervención del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), pues consideran que les asiste la razón jurídica.
El pasado 6 de mayo, el presidente López Obrador afirmó que no se ha incrementado la violencia de género en el país, durante la cuarentena por Covid-19, como le plantearon en su conferencia de prensa matutina.
“En el caso de la violencia en general y la violencia contra las mujeres no hemos nosotros advertido un incremento, desde luego la forma que tenemos de medirlo son las denuncias que se presentan, puede haber cifra negra, pero en las denuncias no ha habido un incremento”, dijo. Incluso ese mismo día aseguró que ”sí, sí existe machismo” en México, “pero también mucha fraternidad familiar”.
En Palacio Nacional dijo: “La familia en México es excepcional, es el núcleo humano más fraterno”.
Cuando le preguntaron hace poco sobre los crímenes de odio contra las mujeres, López Obrador dijo que “se ha manipulado mucho sobre este asunto en los medios”. Él culpó a las “políticas neoliberales” del feminicidio, el asesinato de mujeres a causa de su género, y argumentó que “los conservadores se disfrazan de feministas, muy raro, porque vieron que era la posibilidad de atacarnos”.
Cuando decenas de miles marchaban en la capital en las protestas feministas más numerosas de la historia reciente, en marzo, les pidió a las mujeres que dejaran de vandalizar la propiedad federal y dijo que el movimiento era obra de los opositores políticos “que quieren ver que este gobierno fracase”.
Ahora, cuando la pandemia obliga a los mexicanos a quedarse en casa más a menudo, López Obrador ha insistido en que la crisis no ha hecho que la vida sea más peligrosa para las víctimas de violencia doméstica, porque, a diferencia de otros países, “estamos acostumbrados los mexicanos a convivir, a estar juntos”.
Luego, el 15 de mayo, desestimó las cifras oficiales y declaraciones de funcionarios de su propia administración, incluidas las de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en el sentido de que se ha incrementado la violencia contra las mujeres durante el periodo de confinamiento.
En ese sentido la activista, Isabel Erreguerena expuso que el Presidente tiene el derecho a ejercer plenamente su libertad de expresión, pero destacó que sus declaraciones tienen consecuencias y, en ese caso en específico, decir que 90% de las llamadas de mujeres buscando auxilio son falsas, fomentan estereotipos y colocan a las víctimas en una situación de vulnerabilidad.
Dijo que, por años, ha habido una lucha muy grande para enviarles el mensaje a las mujeres que padecen violencia que sí se les va a creer cuando denuncien, pero “cuando el Presidente sale diciendo que 90% de las llamadas son falsas, da el mensaje que las mujeres somos mentirosas cuando llamamos”.
En ese sentido, recalcó que, como servidor público, el Presidente tiene la obligación de fundamentar cualquier dato que mencione en público.
En su opinión, “el Presidente fomenta estereotipos porque al decir que las llamadas son falsas, el mensaje a las mujeres es: para qué llaman si no les van a creer”.
Con ese tipo de mensajes, añadió, los agresores de mujeres piensan que no tendrán consecuencias y que sus acciones van a quedar impunes. Eso, aumenta la vulnerabilidad de las mujeres que padecen violencia, indicó.
Asimismo, mencionó que es muy peligroso decir que en casos de violencia contra las mujeres se apele a la fraternidad familiar.
En ese sentido, refirió que, hasta antes de la cuarentena, de 10 personas que reportaron haber sido golpeadas por un familiar, nueve fueron mujeres.
Por otra parte, se mostró inconforme con la campaña “cuenta hasta 10” para frenar la violencia intrafamiliar, en la que se señala que “antes de que la violencia se apodere de tí (…) cuenta hasta 10 y saca la bandera blanca de la paz”.
En su opinión con este tipo de campañas el mensaje que se envía es que los problemas de casa se deben arreglar en casa, pero, lo grave es que hay personas que si cuentan hasta 10 en esos minutos su agresor las acuchilla.
Luego denunció que durante el confinamiento las mujeres han tenido serias dificultades para denunciar cuando son víctimas de delitos.
Afirmó que las oficinas de las procuradurías estatales solo están atendiendo casos “urgentes” y para las autoridades de esos lugares son urgentes solo violaciones ocurridas el propio día de la denuncia, tentativa de homicidio o si la denunciante está policontundida.
Esta semana, su gobierno fue ridiculizado después de que se dio a conocer una campaña publicitaria que pedía a los posibles abusadores “no pierdas la paciencia” y “respira y cuenta hasta diez”, mensajes que los críticos dijeron que no tenían ninguna posibilidad de persuadir a los hombres para que no atacaran a sus esposas o hijos.
Uno de los videos presentaba a familiares enojados que se calmaban después de que un narrador sugería agitar “la bandera blanca de la paz” antes de que “la violencia se apodere de ti”.
Martha Tagle, legisladora de la oposición, dijo que la campaña “pretende ubicar la responsabilidad de la violencia contra las mujeres en las propias mujeres”.
El grupo responsable de la organización de una protesta feminista a inicios de este año escribió en Twitter “cuenten hasta diez ustedes”, gobierno mexicano, “porque ese es el número de feminicidios a diario en el país”.
Candelaria Ochoa, directora de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, una agencia federal, dijo que el gobierno todavía estaba afinando la campaña para condenar específicamente la violencia contra las mujeres.
Cuando se le preguntó acerca de los comentarios del presidente, Ochoa señaló que la mayoría de las llamadas a la línea de ayuda 911 del gobierno para ese tipo de asistencia no son, de hecho, emergencias reales.
Sin embargo, el informe del gobierno que cita el número récord de llamadas de violencia doméstica en marzo excluyó las bromas o llamadas no urgentes del recuento, lo que indica un aumento real.
Ochoa dijo que se habían presentado menos mujeres en los Centros de Justicia para las Mujeres, las oficinas administradas por el gobierno que ayudan a enjuiciar los delitos relacionados con el género, pero agregó que era posible que algunas mujeres fueran menos propensas a salir durante la pandemia.
“Quizás no están saliendo las mujeres a denunciar, a recibir una atención”, dijo.
Recuperado de: Economista y The New York Times