Cientos de personas, entre familias, docentes, estudiantes y trabajadores, salieron a las calles para expresar su rechazo ante la violencia e inseguridad en la entidad. Los manifestantes, al grito de “Fuera Rocha, Fuera Rocha”, “Los niños no se tocan” y “Culiacán está de luto”, marcharon en protesta por el asesinato de un padre y sus dos hijos, así como por la creciente ola de crímenes en la región.
Una marcha por la justicia y la paz
Vestidos de blanco y portando globos con los nombres de Gael y Alexander, las víctimas del reciente ataque armado, el contingente inició su recorrido en la escuela Primaria Sócrates Víctor Aispuro. A medida que avanzaban por la avenida Álvaro Obregón, no cesaron en sus consignas contra la inacción gubernamental: “¡Únete, únete, puede ser tu hijo!”, clamaban, mostrando el dolor y la desesperación de una comunidad que se siente abandonada por sus autoridades.
Al llegar a la explanada del ayuntamiento, los manifestantes instalaron una mampara con fotografías de las víctimas, rodeadas de flores blancas y veladoras. Según los asistentes, este acto simbolizó no solo el duelo colectivo, sino también una petición de justicia que lleva meses acumulándose sin respuestas. En este emotivo momento, los participantes aplaudieron en honor a los pequeños Gael y Alexander, soltando globos al cielo como un gesto simbólico de despedida.
Escala la tensión en el Palacio de Gobierno
Posteriormente, el contingente se dirigió al Palacio de Gobierno, donde demandaron la presencia del gobernador Rubén Rocha Moya. No obstante, ante la negativa de las autoridades para atenderlos directamente, un grupo de manifestantes rompió cristales y puertas, ingresando hasta el tercer piso del inmueble.
Al respecto, los manifestantes señalaron que no buscan vandalismo, sino respuestas concretas. “Culiacán está bañado en sangre, queremos paz, los niños no se tocan”, expresó el director de la escuela Sócrates Víctor Aispuro, visiblemente afectado.
En el interior del Palacio, los ciudadanos destruyeron computadoras, escritorios y otros bienes como muestra de su hartazgo ante lo que consideran una total indiferencia por parte del gobierno estatal. Mientras tanto, desde la explanada, otro grupo de manifestantes gritaba “Cobarde Rocha”, demandando que el mandatario diera la cara a su pueblo.
🚨 En Culiacán, Sinaloa cientos marcharon gritando “Fuera Rocha” y “queremos justicia” y llegaron a Palacio de Gobierno donde cobardemente les cerraron las puertas.
— El tiburón de la independencia judicial (@CarlosArteagaTo) January 23, 2025
Exigen justicia y un alto a la violencia específicamente tras la muerte a balazos de los niños Gael, Alexander y… pic.twitter.com/DAy1Qh3Oow
Un contexto de violencia
Los reclamos de la ciudadanía tienen un trasfondo claro: desde septiembre, Culiacán enfrenta una sangrienta disputa entre las facciones del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos” y “Los Mayitos”. Este conflicto, según cifras oficiales, ha dejado más de 700 asesinatos en apenas cuatro meses. En este contexto, los eventos violentos del jueves subrayaron la gravedad de la crisis.
Por la mañana, dos policías municipales fueron asesinados mientras patrullaban cerca del Parque 87. De acuerdo con los informes de las autoridades, los agentes Jassiel Medrano Barraza, de 28 años, e Isidro Ojeda Merino, de 54, perdieron la vida durante un ataque armado en el que también resultó herida una transeúnte.
De manera similar, el conocido youtuber Adal Peña, mejor conocido como “El Tata”, fue asesinado a tiros mientras realizaba ejercicio en un restaurante de la colonia Desarrollo Urbano Tres Ríos. Su muerte causó conmoción entre sus seguidores, quienes lo identificaban por su contenido relacionado con el fitness y la vida familiar.
Además, en un acto que refleja el clima de inseguridad que se vive en la ciudad, desconocidos atacaron el cenotafio de Édgar Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, ubicado en un estacionamiento al norte de Culiacán. Los testigos afirman que la explosión de un artefacto dañó la estructura y dejó evidencias del ataque en un vehículo cercano.
Un grito desesperado por seguridad
En el recorrido de la marcha, alumnos de la primaria General Anatolio Ortega también se sumaron al clamor colectivo. Desde sus aulas, los niños gritaban “Con los niños no” y “Queremos paz”, mientras que maestras vestidas de blanco salieron a las calles con megáfonos para mostrar su apoyo a los manifestantes.
Por su parte, los organizadores de la marcha señalaron que las familias de Culiacán han tenido que adaptarse a vivir con miedo y bajo constantes amenazas de violencia. Según palabras del director Aispuro, “las calles dejaron de ser seguras” y exigió que las autoridades garanticen un entorno en el que los niños puedan estudiar y los padres trabajar sin temer por sus vidas.
El Palacio de Gobierno como símbolo de protesta
Al final de la jornada, los manifestantes regresaron a la explanada del Palacio de Gobierno, donde las paredes quedaron manchadas con pintura roja y mensajes como “Justicia” y “Fuera Rocha”. Asimismo, colocaron cartulinas con demandas específicas para las autoridades, siendo la principal: justicia para Gael y Alexander, y un alto a la violencia en Sinaloa.
“Estamos cansados de ser víctimas colaterales, de que las autoridades no hagan su trabajo y de que los hechos delictivos queden impunes”, declararon algunos de los manifestantes. Finalmente, hicieron un llamado a la ciudadanía a cuidar de sus familias, ya que consideran que, actualmente, en Sinaloa “nadie está seguro”.