Una operación a gran escala en Colony Ridge
Houston, Texas — Más de 100 personas fueron detenidas en Colony Ridge, una comunidad al norte de Houston que alberga a una gran población latina el pasado miércoles. Esta operación fue llevada a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en un esfuerzo por aplicar las nuevas políticas migratorias que la administración del presidente Donald Trump ha reforzado tras su regreso a la Casa Blanca el pasado 20 de enero.
La redada fue el resultado de un operativo coordinado entre agentes del Departamento de Seguridad Pública (DPS) y el ICE, con el objetivo de no solo arrestar a migrantes indocumentados, sino también desmantelar redes criminales. Según Tom Homan, ex director de ICE y actual asesor de temas migratorios de la administración Trump, la operación tenía como meta la detención de personas que se encontraran en territorio estadounidense sin papeles y la captura de aquellos involucrados en delitos graves.
Arrestos durante controles rutinarios de tráfico y en lugares de trabajo
Las autoridades informaron que algunas de las personas detenidas fueron arrestadas mientras trabajaban, otras durante paradas de tráfico, y varias ya tenían órdenes de arresto previas. Entre los arrestados, había individuos que ya habían sido condenados por delitos graves como homicidio, abuso sexual infantil, tráfico de drogas y posesión ilegal de armas.
Arresto de Florentín Chevez Luna
Entre los detenidos se encontraba Florentín Chevez Luna, un salvadoreño de 39 años que había sido deportado en tres ocasiones anteriores. Chevez Luna fue arrestado por presunto abuso sexual reiterado de un menor, un crimen que habría ocurrido entre noviembre de 2008 y noviembre de 2016, según informó ICE. Este caso es solo uno de los muchos que los oficiales han identificado en el marco de una investigación criminal más amplia que, según Homan, podría llevar a más arrestos en el futuro cercano.
Este operativo en Colony Ridge sigue una serie de redadas similares en varias ciudades de Estados Unidos, como parte de la campaña más amplia de la administración Trump para intensificar la vigilancia y deportación de inmigrantes indocumentados. En un esfuerzo por cumplir con una de sus promesas de campaña, el presidente ha reiterado su compromiso de seguir su política de “tolerancia cero”, que busca expulsar a un millón de inmigrantes indocumentados de los Estados Unidos.